Agradable sorpresa nos llevamos el domingo cuando la sección Fuera de juego, del periódico Al Día, confesó a uno de los jugadores más esquivos cuando de hablar de su vida personal se trata: Randall ‘el Chiqui’ Brenes, uno de los héroes del momento por su papel vital en la clasificación de la Sele al Mundial, se abrió con ese medio.
Y es que el brumoso no solo descorrió las puertas de su intimidad, sino que accedió a que se le fotografiara con su esposa y madre de sus hijos, Guiselle Quesada, quien por cierto lleva años junto al Chiqui, pues antes de casarse fueron novios tamaño rato.
Lo que nos encantó de este perfil fue la sencillez del personaje, tal como él mismo lo confesó, se le percibe serio porque no le gusta llamar la atención, pero acá contó sin ambages que es novelero, buen cocinero, fan a ultranza de Ricardo Arjona y buen lector: ahorita está consumido en la lectura de “Piense y hágase rico” (Napoleón Hill). Además, quiere estudiar administración e iniciar su propia tienda de artículos deportivos. Así, sin mayores pretenciones pero con los pies en la tierra, vimos a un Chiqui que no conocíamos, que habla en la cancha porque en las entrevistas cuesta sacarle las palabras. Siendo el ídolo del momento, es un bonito ejemplo para los muchos chiquillos que lo admiran.
Y hablando de sencillez, pero en otro contexto y con otro personaje, este Steven Tyler sencillamente se echó a la bolsa a propios y extraños con su encanto –más allá, obvio, de su despliegue como artista en el escenario.
Y es que solo los grandes como él pueden darse el gusto de mandar a traer a una maquillista internacional para su show, como lo hizo el pasado martes. Karina Villanueva, Make up Artist de MAC Cosmetics fue la encargada de hacer lucir muy bien al cantante de Aerosmith, ella además lo acompañará en su giro por el resto de los países de Centroamérica.
Su anecdotario en el país es bien pintoresco y lo reseñaremos con más detalle el domingo que viene, sin embargo, fue curioso y gracioso saber que en el camerino, Tyler tiene juguetitos por todos lados, particularmente una colección de carritos cuidadosamente alineados, además de que ordena prolijamente sus juegos de vestuarios... ¡quién lo diría! Pero así es: su buen trato y sencillez hacen de este megaartista una verdadera celebridad.
Tamaño tortón se jalaron en la producción de los pachos de El Chinamo este miércoles, quisieron hacer una gracia y les salió un sapo gigante.
Resulta que la sucesera Natalia García entró pasadas las tres de la madrugada con el fin de salir hacia una cobertura de Sucesos en Limón, pero cuando encendió las luces de la Redacción, la recibió el fantasma de una niña, ensangrentado y todo, y como si esto no fuera poco, al mirar hacia otro lado se encontró con una escena idéntica.
A la pobre ojiverde casi le da un faracho, hubo que pedir asistencia médica y todo, García quedó fuera de cobertura (literalmente hablando) y pasó sedada el resto del día. Nos preguntamos qué habría pasado si el “embarcado” no hubiera estado muy bien de la máquina y le hubiera dado un relojazo ahí mismo... tenebroso escenario. E incomprensible que el gestor de tan brillante idea, no midiera las inimaginables consecuencias que pudo haber traído semejante gracejada. Horror.
Y es que este miércoles no fue exactamente el mejor día en el canal de La Sabana. En Buen Día, vimos sudar chayotes a Édgar Silva y a su equipo, cuando durante una entrevista con Adal Ramones, este sacó de pronto un delantal o no sé qué chuica era, con la leyenda de campaña de Johnny Araya (Johnny es el suegro de Juan Carlos Campos, socio de Adal, esposo de Pamela Alfaro, hija de doña Sandra León).
Adriana Durán se puso más seria que pleito de machetes, mientras que el colmilludo de Édgar salió del mal rato como mejor pudo, mostrando escenas del aeropuerto y diciéndole a Ramones que las vías estaban despejadas y otro blablabla, cualquier cosa que no fuera seguirle el juego al comediante mexicano. Nos quedamos patitiesos y boquiabiertos ¿Qué jue aquello?