Su primer contacto con el fútbol antes de ser el presidente y administrador del Club Sport Herediano, fue en una mejenga con miembros de la iglesia mormona cuyo marcador fue 14-1.
Y aunque su equipo fue el ganador, el único gol que le anotaron lo hizo él mismo.
Lejos, lejísimos estaba David J. Patey de verse años más tarde como el salvador del Team Florense, aunque para muchos aficionados eso es.
Se casó a los 22 años luego de rendir su servicio como misionero entre los 19 y 21, a los cuatro años de casado se vino con su esposa para Costa Rica.
Tras varias idas y venidas desde y hacia Estados Unidos, hace 10 años su congregación religiosa le pidió que se quedara aquí como obispo, entonces vendió su casa, sus empresas y sus bienes para afincarse en nuestro país.
Mucho antes en 1965, sus padres se mudaron de Canadá a Utah y de ahí a Portland en donde vivieron 10 años para luego nacionalizarse estadounidenses.
De ahí pasaron a Israel a estudiar en la universidad, en donde nació el pequeño David en 1976.
Tiene 10 hermanos y asegura que su infancia estuvo ayuna gustos y comodidades como de las que hoy disfruta.
“Mi papá perdió su vista cuando yo tenía 10 años y mi familia entró en crisis, mis papás se fueron de Portland a Israel con siete hijos y regresaron con dos más, seis y siete años después nacieron mis hermanos menores”.
Su padre era pintor de publicidad y en el 85 quedó ciego por una enfermedad y eso complicó la situación económica familiar, por lo que David tuvo que aprender a trabajar.
“No tuve de otra, mi primer trabajo fue repartiendo periódicos en las madrugadas, como la típica imagen de las películas en donde un niño en bicicleta los tira en las casas”, rememora.
Con ese dinero se compraba ropa y zapatos, luego su inquieta mente y su inclinación por los negocios le hizo ver que era mejor repartir entre sus amigos las rutas que acaparaba y así se podría decir que arrancó su faceta de comerciante.
Su tiempo y energía los distribuye entre su empresa, su familia, la iglesia y el Herediano, por eso su día empieza no más tarde de las siete de la mañana y no se duerme antes de la media noche.
“Los domingos por lo general me despierto a las cinco de la mañana, no soy de los que me pongo de mal humor si duermo poco”.
Su precoz inclinación por los negocios y el acostumbrarse a tener dinero desde muy chico lo llevaron a abandonar el colegio cuando tenía 16 años, aunque tiempo después concluyó la secundaria.
A la universidad fue solo el primer año de estudios generales, para comprobar que eso no era lo suyo.
“Yo ganaba buena plata y no quería quedarme con el clavo de no ir a la universidad, así que probé y me di cuenta eso no era lo que quería”.
En ese entonces trabajaba para una compañía de sus hermanos mayores que se dedicaba a la venta de jacuzzis ahí visitaba los viernes y sábados centros comerciales en busca de clientes, mientras que entre semana estudiaba.
¿Como mormón que es, anduvo de puerta en puerta predicando?
¡Por supuesto!, de los 19 a los 20 años hice el apostolado, vestí camisa blanca, corbata y placa negra, eso fue en Pensilvania, mis hermanos anduvieron por España, Islandia, Portugal, Texas.
Durante dos años fui de casa en casa diciendo “tenemos un mensaje de Jesucristo”, me levantaba a las seis de la mañana y me acostaba a las 10:30 p. m., seis días a la semana y podía llamar a mi familia solo para el Día de la Madre y en Navidad, fue una experiencia espectacular.
Cuando usted tomó el Herediano, en Facebook hicieron un meme (montaje cómico) con la imagen de dos mormones tocando una puerta con la frase venimos de parte del Team, ¿cómo tomó eso?
Es uno de mis favoritos, eso es humor del bueno, fue buenísimo, no hay que tomarse la vida tan en serio.
¿Su desempeño en la iglesia fue lo que lo trajo a Costa Rica?
Durante cinco años fui el obispo en la iglesia de Escazú , por eso me quedé aquí.
¿Todavía es obispo?
Sí, claro, soy el Obispo Patey, un obispo mormón es como uno católico, maneja no solo los asuntos de la fe sino lo que tiene que ver con la administración, finanzas, necesidades.
Por eso conozco cada calle y esquina de Escazú, nuestros fieles viven desde Bajo los Anonos hasta las montañas, recuerdo que cuando ocurrió la tragedia de Calle Lajas ahí estuve ayudando a muchos de mis feligreses, curiosamente hay fotos en donde salgo de fondo con la gente de Repretel, sin imaginarme que años después iba a estar metido en el fútbol.
¿En qué momento atiende sus negocios, familia, iglesia y fútbol?
Hay que buscar un balance como todo en la vida, uno tiene que tener tiempo para todo sin que ninguna actividad se interponga sobre otra.
¿No es mucho para una sola persona?
-No, más bien ahora estoy en un puesto más alto que el de obispo y sigo atendiendo mis actividades.
¿Se ve viviendo aquí toda la vida?
Yo siempre vivo donde vivo y hago lo que hago, como si fuera para siempre, me da lástima cuando alguien dice, “como solo voy a estar aquí solo seis meses no voy a instalarme y diez años después ahí siguen”, uno nunca sabe el futuro.
¿Por eso fue que no le dio miedo venirse para acá aunque no tenía idea de cómo era el país?
Imagínese que seis meses antes de venirnos para acá, habíamos construido la casa, pero cuando nos llegó la oportunidad no lo pensé dos veces para venderla y venirnos, mandamos por adelantado nuestras cosas en un contenedor y dos días antes de tomar el avión nos llegaron los pasaportes. Llamé a un amigo que vivía acá y le dije que veníamos, cuando me preguntó que si quería primero conocer le dije que no, ¿para qué ir y luego convencerme de no ir?
¿Y ese mismo criterio usó para tomar el Herediano?
Uno tiene que saber cómo sacarle provecho a las cosas que le llegan, yo estoy siempre listo para lo que Dios o las circunstancias me pongan en el camino sean buenas o malas. No estoy arrepentido para nada de asumir el equipo, pero sí me ha pasado en otros casos que veo en retrospectiva y digo; qué decisión más mala tome.
¿Por qué espero diez años para decidir que le gustaba el fútbol?
No sé, me enamoré del fútbol y de Heredia simultáneamente cuando me invitaron a la final contra el Santos en mayo 2012, aunque no entendía nada del deporte más bien lo veía aburrido.
¿Nunca se ha puesto ni un par de tacos?
En la iglesia de jóvenes nada más, una vez jugamos los adultos contra los niños y ganamos 14-1, el gol a favor de los niños lo hice yo cuando traté de despejar la bola, aunque no tenía la menor idea de que eso era un autogol.
También he ido muchas veces al estadio Saprissa porque amigos me regalaban entradas para que llevara a los jóvenes y mis amigos me vacilaban porque nunca he visto un gol ahí, siempre me la pasaba hablando y en otras, no sabía el nombre de ningún jugador o técnico, imagínese que cuando asumí el Herediano ni sabía en que posición estaba en la tabla.
¿Entonces con qué intención se metió en ese zapato?
Conocí a Mario Sotela cuando la crisis del equipo y me enteré que había un grupo de americanos interesado en el grupo, lo llamé y le ofrecí diez mil dólares en señal de trato para que me diera diez días para pensar si le entraba al asunto.
Pero al día siguiente se filtró a la prensa y decían que el equipo lo asumía un gringo de 47 años, ¡vea que roco me pusieron! Luego publicaron que el salvador del Herediano es un mormón gringo que se llama David.
¿Esos diez mil dólares valieron la pena?
¡Ah por mucho!
Siendo usted un hombre de negocios ¿considera que es rentable el equipo?
Es sostenible, uno puede tener un gajo o un chuzo o buscar un carro que le guste, un carro es una inversión y Heredia para mí es una inversión, tengo un plan a 30 años plazo de manera que si ganamos 10 y gastamos 9 para mí es gozo. Si somos campeones diez o nueve veces más en ese tiempo prorrogamos el contrato otros 30 años y tenemos 60 oportunidades para ser campeones, a como está el diseño del torneo.
¿Cuando negociaba lo del equipo le asustó la arremetida de la prensa?
No sabía el comportamiento de la prensa cuando se trata del fútbol, el deseo de saber quién era el que quería asumir el Herediano. Al día siguiente de que hice la primera negociación, estaba en un banco con mi esposa pendiente de lo que publicaban los medios, era una locura, entonces le dije a mi señora: “hoy es la última vez que salgo de este banco y camino por los pasillos de este mall y nadie sabe quien soy yo, eso fue el viernes 26 de octubre del año pasado”.
Cuando salí del banco me entró una llamada y escucho una voz (hace una imitación):
-¡David!, ¿cómo está?
-¡Bien!, ¿con quien tengo el gusto?”
-¡El gusto es mío, habla Yashín Quesada!
Le pedí que me llamara en 15 minutos pero fue una excusa porque estaba muy sorprendido por la reacción de la prensa, luego me tuve que disculpar con Yashín por haberle mentido.
Otros personajes que se metieron al fútbol antes que usted, empezaron como Cristos y terminaron crucificados, ¿teme que le pase lo mismo?
Yo ni sabía quienes eran ellos pero me di cuenta muy rápido. Yo entiendo los antecedentes, sabía que me iban a cuestionar de dónde sale mi plata, pero tengo claro que si uno no tiene nada que esconder no tiene nada que temer, soy un ser humano y como tal puedo cometer pecados, por eso trato de hacer lo mejor que puedo todos los días.
Usted usa más palabras ticas que un tico, ¿de dónde las aprendió?
Cuando llegué aquí contaba de uno a 29, no podía decir 30 y me brincaba el 17, no sé porqué. Así pasé dos años hasta que me di cuenta.
A los seis meses de haber llegado me metí en una academia de español a la que iba tres horas por día durante seis semanas, pero mi español es de la calle, yo hablo a como ustedes hablan, eso no es culpa mía, yo digo las cosas en el español que aprendí, andando las calles con la canalla.
Mi esposa –que aprendió español en la universidad- desde el principio me mandaba al supermercado y en una hoja me hacía la lista de compras, entonces lo primero que aprendí fue lechuga porque le pedí ayuda a una señora en un pasillo, le señalé la palabra en la lista y ella me llevó al estante y me enseñó lo que era.
¿Y de qué vivían?
Vendí mis empresas en Estados Unidos y cada mes íbamos al banco a retir la plata del alquiler y la comida, salíamos cada tres meses a Panamá, Nicaragua o Estados Unidos para cumplir con el plazo que da Migración como turistas, así estuvimos casi dos años.
Luego regresamos a los Estados y veníamos de vacaciones, pero el tema del invierno y que los chicos estaban perdiendo el español nos hizo regresar, vendimos de nuevo la casa y nos vinimos.
¿En casa qué hablan?
Solo inglés, tengo la bendición de que tres de mis hijos nacieron aquí y aunque tienen la nacionalidad tica no quiero que pierdan el inglés.
¿Que mañas ticas adoptó?
Cuando vinimos la primera vez nos frustraba hacer algo tan sencillo como ir al banco a retirar dinero porque había mucha fila y se duraba mucho. Cuando regresamos la segunda ocasión decidimos que nos íbamos a adaptar al “pura vida”, así que ahora entiendo que llegar tarde es parte de la cultura, a veces digo: llego en seis minutos gringos o media hora tica y ya todos saben de qué se trata.
¿Y qué manías tiene ya en lo muy personal?
Recuerdo que recién llegado me gustaba ir a un supermercado y recorrer los pasillos, me iba puramente a “huesear”, al final compraba una pizza y me iba para la casa.
Revisando su Facebook se da uno cuenta que tiene “pegue” con las mujeres, ¿cómo maneja esa situación?
¡Diay!, pasa de todo, algunas me escriben que soy guapo, otras me mandan mensajes privados más atrevidos, pero yo no los contesto porque debe haber un respeto y distancia, soy un hombre casado y aunque a mi esposa esas cosas no le molestan debo ser cuidadoso, ella sabe que yo soy simpático.
¿Y antes de hacerse conocido como dirigente futbolístico también tenía esa popularidad entre las mujeres?
Más que todo entre las mayores, las abuelas (ríe). Yo digo que soy capaz de caer en la infidelidad y lo reconozco para no perder la perspectiva de que soy humano y que puedo fallar, hice un compromiso con mi esposa cuando me casé y pretendo respetarlo hasta que muera y para eso tengo ciertas reglas de oro, como nunca andar solo en mi carro con una mujer que no sea mi esposa, porque se podría prestar para malas interpretaciones y se ve mal.
¿Pero si aplicamos esa lógica tampoco andaría con un hombre porque podrían pensar que es gay?
Puede ser, pero de lo que se trata es de no ponerse en circunstancias que se presten para malas interpretaciones.
A muchos les hace gracia las cosas que publica en Facebook pero a muchos otros no tanto, dicen que son payasadas impropias de un presidente de club grande ¿usted qué dice?
Yo soy yo, y si alguien pretende que sea diferente que se busque a otra persona, sé que nunca falta un borracho en una vela.
¿De dónde saca ideas como ponerse unos lentes gigantes y una camisa de la “Sele”?
Soy espontáneo, extrovertido, vacilón, me encanta el humor, entonces si para ser el presidente de un equipo tengo que actuar como otra persona, no quiero ser el presidente.
Pero no crea, también soy inteligente y sé hasta dónde llegar sin cruzar el límite, cuando un “post” (publicación en Facebook) obtiene miles de “me gusta” o comentarios y en cambio recibe una que otra crítica eso no me afecta.
¿Pero entonces sus “post” son espontáneos o calculados?
Yo no soy un bombeta, Tica Linda sí pero bombeta no, trato de no cruzar la raya. Si fuera bombeta haría y publicaría cosas para buscar un resultado, yo lo veo con políticos que publican cosas y muchas veces andan detrás de que las cámaras los busquen.
Por ejemplo mi visita al mercado de Cartago en la final anterior fue un pegue, sin embargo lo que la gente desconoce es que le puse como condición al periodista que hizo esa nota, que tenía que invitar al presidente del Cartaginés Daniel Vargas, porque si hubiera ido solo ahí sí estoy “bombeteando”.
Además de dirigente deportivo y religioso tiene múltiples negocios como la venta de trajes enteros, ¿de dónde nació esa idea?
Se le ocurrió a mi esposa hace dos años y cuando se dio lo de Herediano supe que podía sacar provecho, porque el fútbol como tal no me va a generar mayores dividendos, seamos muy claros; voy a tratar de sacar ganancia de esta popularidad hasta donde pueda, sería un tonto si no lo hiciera.
Así nacieron los trajes David J. Patey.
Dicen los cartagos que su saludo “abrazo de gol” es copiado de Claudio Ciccia…
No sé quién es la persona que mencionás.
El Gerente Deportivo del Cartaginés…
¡Bueno!, no sabía… en todo caso esa expresión la conocí porque Jorge Castro (directivo herediano), tiene un amigo argentino que la incluye en su firma de correo electrónico, es saludo cariñoso que se dan dos personas que comparten una pasión como el fútbol.
A juzgar por su oficina pareciera que no es de gustos lujosos, ¿es así?
Para nada, me gustan las cosas bonitas y ordenadas, pero ¿por qué ir más allá?, mi carro tiene dos años de antigüedad y pienso dejármelo muchos años, uso solo los trajes de mi marca y las camisas de vestir las compro en un supermercado, son buenas no necesito ponerme una de marca para sentirme bien o agradar a los demás.
Además he aprendido del “pura vida” tico, el no complicarme y más bien buscar el calorcito, pasear con mis hijos y mi esposa, que nos inviten a fiestas, esta forma de ser muy sana, me gusta que mis hijos sean pegados a mi a diferencia de la cultura gringa, pero a la vez procuro que ellos vuelen con sus propias alas, que cometan sus errores y aprendan de sus caídas.
En pocos días empieza el campeonato, qué les dice a los heredianos que no sea el discurso típico de presidente de club que “vamos con todo”. ¿Heredia bicampeón?
Ese va a ser mi propósito pero no soy quien mete los goles, me toca contratar al mejor jugador posible con el presupuesto que tengo, creo que tenemos todo para hacerlo.
¿Sabe cuál fue la última vez que Heredia fue bicampeón?
Torneo 1978-1979.