San José (Redacción). El expresidente y Premio Nobel de la Paz, Óscar Arias Sanchez, confirmó a La Nación que el sábado 17 de noviembre se oficiará su boda con su novia de hace más de tres años, Suzanne Fischel.
Con voz jovial y de buen humor, Arias aseguró que prefiere no dar mucho detalle porque se va a tratar de algo “sencillo y muy íntimo”.
Comentó que la ceremonia será en su casa en Rohrmoser, y que no tienen pensado salir de luna de miel. “Va a ser una cosa con unos cuantos amigos cercanos, no vamos a hacer comunicado de prensa ni nada, a mí no me gustan esas cosas porque se trata de algo, diay, muy privado”.
Los contrayentes se encargaron de entregar personalmente, una por una, las invitaciones a los 80 allegados que los acompañarán en la ceremonia y festejo posterior. Las invitaciones, al igual que el vestido de la novia, son de tono champán.
Aunque el expresidente insiste en que no se va a tratar de algo muy grande, sí se está trabajando en algunas adaptaciones temporales para el evento. Por ejemplo, taparán la piscina para armar un salón en el patio, que es donde se va a celebrar la ceremonia. Posteriormente, los esposos y los invitados sellarán el ágape con un brindis y una cena en el comedor principal.
Consultado acerca de si tienen alguna celebración especial para el domingo, su primer día como marido y mujer, Arias guardó silencio y luego se excusó: “Mmmm diay no, pero es que... mejor dejémoslo ahí, es que a mí de verdad no me gusta hablar de esas cosas tan personales”.
La boda será en la noche, pero el exmandatario no precisó la hora.