"¿Alguien sabe cómo funciona el amor?", preguntó a las parejas del Parque Nacional el cantante Fabián Zolo. "Nadie sabe cómo es que uno se raja la cabeza contra una piedra y termina amando".
Zolo conquistó a los josefinos con ayuda de la Banda de Conciertos de San José la tarde de este viernes 13, primer día del Transitarte. Con un repertorio de balada clásica, salsa y merengue, sacó a bailar a las parejas que llegaron a ver el espectáculo y a las que, caminando por San José de vuelta del trabajo, se toparon con el cambio.
Recién instalados los puestos de ventas y de comida, el escenario de la capital es uno completamente diferente al cotidiano. Para empezar el Parque Nacional esta tarde pasó de ser punto de paso para transeúntes a convertirse en pista de baile para el amor.
Ojo: no todas las parejas eran románticas. Más de una pareja se topó con su media naranja del baile en el mismo parque, o llegó con sus amigos a tomar la improvisada pista al frente de la tarima.
Tal fue el caso de don Jorge Ramírez y doña Ana Isabel Porras, quienes son "solo amigos" desde hace cinco años y durante los cuales los ha unido el mismo gusto por el baile popular. La pareja dice e fiel asistente de Crepúsculos Dorados, que realiza la Municipalidad de San José todos los viernes en el Polideportivo Aranjuez.
El concierto terminó con reproches: “¡Una más! ¡Una más!” Y fueron complacidos con una única pieza para el final: Vivir de Marc Anthony.
"¡Al parque Morazán!", movió en ese momento Zolo a los bailarines. El baile podría haber terminado, pero la fiesta del Transitarte acababa de empezar.
Castañuelas y más baile
El segundo entremés, antes del plato principal con Son de Tikizia, fue el espectáculo Con el alma aferrada del flamenco Al Ándalus, recibido con el mismo entusiasmo que la música romántica y a parque lleno, sólo que esta vez en el Morazán.
Los espectadores disfrutaron de bailaoras en una atmósfera de luces colores y música andaluza. Cada sección de baile fue despedida con el mismo aplauso caluroso por la multitud.
Su despedida, una versión de Joaquín Sabina de la clásica pieza Volver, fue el más sonado de los éxitos de esta noche para el grupo de danza.
El escenario quedó vacío para las 7 p.m., pero la gente nunca se pudo ir del Morazón. Quizás todavía cierne ceniza y sopla viento frío pero el Transitarte ha vuelto a hacer de las suyas: ha seducido otro año más a la capital.