02/03/2013 Enamorate de mi ciudad/Parque Espaa/Parque La Merced/en la fotografia Flor Nortez vecina de escazu junto a Luis Cajina de 28 aos de edad vecino de San Josequienes al son de musica tipica nicaraguense amenisan en este evento. Foto de Diana Mndez/Para Grupo Nacion (Diana Mndez)
Marjan Smit volvió ayer a su niñez, aunque en su cabellera rubia pintaban ya muchas canas. El corazón de San José la impregnó de remembranzas con la propuesta de Enamorate de tu Ciudad.
La holandesa, con dos días de estar de visita en el país, se detuvo en el parque España, sorprendida por ver a decenas de personas jugando con zancos, saltando la cuerda o intentando balancearse en una tabla similar a una patineta, colocada sobre un cilindro.
La emoción se le notaba en el rostro y, de inmediato, sacó de su bolso una cámara para captar en una fotografía el recuerdo.
“Es algo maravilloso. Muchos años atrás, en Holanda, teníamos estas cosas solo en las escuelas y en los patios de las casas, pero no en los parques.
”Esto me reconecta con los viejos tiempos. ¡Yo sé cómo jugar cada uno de esos juegos!”.
Smit fotografió también a las dos estatuas vivientes que, bañadas en color bronce de pies a cabeza, interpretaban una historia de romance, el tema elegido para la inauguración del programa cultural Enamorate de tu Ciudad .
Los parques Morazán, España y el Jardín de Paz (frente a la escuela metálica) –rodeados por hoteles capitalinos– atrajeron ayer la atención de muchos turistas.
Desde las 9 a. m., los organizadores de la tercera edición del programa pusieron manos a la obra para ofrecer una alternativa de esparcimiento sano a quienes transitaban por San José.
Mesas con ajedrez, tablero y Jega, hula-hulas , malabares, clases de yoga y baile tropical, marionetas, y hasta un payaso que hacía trucos con una perrita vestida con traje de lentejuelas cumplieron el cometido.
“Me gusta jugar porque es muy divertido, aparte de que uno aprende mucho, como a andar en zancos. Cuesta mucho, me tuvieron que ayudar”, dijo Bryana Méndez, de 8 años, quien participó en las actividades del parque España junto a su amiga Fiorella Zeledón, de la misma edad.
Además de los juegos tradicionales y de mesa, varios jóvenes aprovecharon la calle que pasa a un costado del parque, desde el hotel Paseo las Damas hasta el edificio del Instituto Nacional de Seguros, para hacer piruetas y saltos en patineta o bicicletas BMX.
Uno de ellos fue Cristian Bonilla, de 19 años y vecino de Moravia. En principio, el joven considera que la inclusión de rampas en San José es “una buena iniciativa para apoyar los deportes alternativos”, pues afirma que hay pocos espacios para practicar el skate .
“A veces las municipalidades invierten, pero no lo hacen acorde con las necesidades. Cada estructura tiene que tener su altura y su medida. Ellos, al no saber, las hacen mal”, explicó.
Al ritmo nica. Al mediodía, la Rondalla de marimbas de Gerardo Martínez congregó a cerca de 300 personas en el parque La Merced.
El tiempo nublado y ventoso no impidió que, conforme transcurrían los minutos, decenas de personas dejaran la verguenza de lado para bailar “sobaquea’o” y así sentirse como en su propia tierra.
“¡Que viva Costa Rica, jodido!”, sonaba a través de los parlantes, y de pronto el sonido se mezclaba con las palmas de la gente y los gritos de los vendedores de vigorón, helados y refrescos.
Alejada del escenario, pero atenta a los folclóricos cantos, estaba Luz Marina Blanco, quien llegó a Costa Rica hace 30 años con su esposo Antonio Pineda, un tico al que conoció en Managua, Nicaragua.
“En Costa Rica, últimamente, hemos perdido nuestros rasgos culturales, no les damos valor.
”Deberíamos poner los pies sobre la tierra y dejar de estar elevándonos en castillitos y darnos cuenta de quiénes somos realmente. Somos centroamericanos”, comentó Pineda, vecino de Desamparados.
Días atrás, el ministro de Cultura y Juventud tico, Manuel Obregón, explicó que el propósito de inaugurar Enamorate de tu Ciudad en La Merced era “hacer un énfasis en la relación cultural entre Nicaragua y Costa Rica” .
“Escogimos La Merced por ser un espacio emblemático y un área de esparcimiento en la ciudad capital”, agregó.
Para Blanco, originaria de la zona ganadera de Chontales, escuchar las marimbas y revivir la alegría que caracteriza a los suyos es algo que la llena de nostalgia.
Ella no pudo describir con palabras lo que estaba sintiendo; inclinó la cabeza y los ojos se le llenaron de lágrimas. Su esposo la abrazó fuerte e intervino por ella: “El sentimiento es demasiadamente enorme, los recuerdos son maravillosos”.