Dicen que nadie es profeta en su propia tierra, pero los perros que asistieron junto a sus dueños al Viva Pets, en Parque Viva, demostraron que ellos son la excepción a esa famosa “regla” instaurada en la sabiduría popular.
Allí, sin importar la raza, el color, el tamaño o la destreza, cada uno de los canes que se paseaban por el lugar lograron robarse la atención de propios y extraños.
Más allá de ser un punto de encuentro para el entretenimiento de las mascotas y sus amos, la feria se convirtió en una convivencia familiar. Todos tenían algo en común: la devoción hacia estos fieles animales.
Uno de ellos fue Arturo Sánchez, hombre a quien le encanta pasar tiempo con Camelot, un husky de ocho años, al que todos se le acercaban para acariciarlo y tomarse fotografías con él.
La cercanía entre este amo y su perro es tal, que desde hace casi dos años, Sánchez tomó la decisión de colocar una cámara Go Pro sobre el lomo de su perro, ya que la idea es observar el mundo desde su perspectiva.
“ Es muy vacilón porque cuando él ve que estamos a punto de colocarle la cámara, se vuelve como loco, ya que significa que saldremos a algún lugar. Antes hacíamos campo traviesa, pero, por su edad, ahora se nos dificulta un poco”, comentó Sánchez.
Mientras Camelot inspeccionaba el lugar junto a su cámara, de pronto, dirigió su atención a un grupo de cinco elegantes perros galgo afganos.
No solo este husky se sorprendió con estos canes. Eran unos bellos animales y cuanta persona se los topó, tuvo un comentario de admiración. Más de uno bromeó con el hecho de que parecían modelos, por su porte y distinción.
Lo que muchos desconocían, hasta ese momento, es que ellos protagonizarían una presentación musical, con la cual buscan rendir un tributo a sus raíces.
“Desde hace algunos años queríamos presentar un espectáculo en el que pudiéramos combinar la destreza de los perros con sus orígenes. El resultado es un show de danza tribal egipcia y belly dance , con la presencia de los perros en el escenario”, explicó Jizhtai Uver, quien es el propietario de los perros.
Al finalizar la presentación, de unos 15 minutos, al más puro estilo de cualquier estrella, los afganos fueron “custodiados” por gran cantidad de público hasta el stand de VID Spa, con el propósito de tomarse una fotografía con ellos. ¿Cuándo se volvería a presentar una oportunidad como esta?, se preguntaban algunos.
En la esquina contraria a la ubicación de estos canes, se encontraba Chispa, una perrita que conquistó a los asistentes por su dulzura y simpatía.
Su nombre se dio a conocer por haber ganado el concurso del can menos agraciado.
Aunque alcanzó su triunfo en la categoría menos anhelada de la feria, su dueña, Gabriela Retana, no ocultó el orgullo de contar con esta mascota dentro de su grupo familiar.
“Cuando escuchamos que harían este concurso decidimos participar. Sabíamos que existían posibilidades de ganar, pues la mayoría de los perros que hay aquí son de raza, así que ella resaltaba del resto por mucho”, afirmó Retana.
Mientras su dueña contaba que la había rescatado de las calles hace dos meses, Chispa movía sin parar su cola, como señal de agradecimiento ante cada una de las manos que llegaban a acariciarla por su gane. Ese cariño fue la mejor recompensa.