Palmares tuvo ayer un tope con pocos colores políticos y mucha indiferencia.
Pese a que Costa Rica se encuentra a dos semanas de sus próximas elecciones presidenciales, esta no fue una marcha proselitista a bordo de un caballo. De hecho, Jorge Luis Pinto, director técnico de la Selección Nacional de Fútbol y dedicado del tope, levantó más pasiones que quienes aparecerán en la papeleta electoral este 2 de febrero.
El primero en salir al asfalto fue Johnny Araya, el candidato oficialista y un palmareño de nacimiento. Al igual que en el Tope Nacional, se acompañó de una gran caravana de caballistas con pañuelos campesinos de color verde. Él acostumbra ir unos cuantos pasos adelante que el resto de sus compañeros.
“Hay gente que me saluda con mucho cariño. Estamos en campaña electoral, en un ambiente muy polarizado, aquí hay de todo”, reconoció el verdiblanco, quien asiste a esta fiesta equina por tradición.
Durante el recorrido, el caballo del liberacionista llegó al sector donde se encontraba la tarima de Luis Guillermo Solís, del Partido Acción Ciudadana (PAC). “¡No lo contratamos, no lo contratamos!”, coreaban ahí.
Araya se detuvo un instante, saludó a su contrincante y este se quitó el sombrero. El liberacionista hizo lo mismo y rápidamente siguió su camino, mientras desde el micrófono de la agrupación le decían: “Mucha suerte don Johnny, mucha suerte porque la va a ocupar”.
“Nos retamos mutuamente con cordialidad. Nos saludamos viéndonos a los ojos y quitándonos el sombrero, pero cada uno sabe en lo que está”, reconoció Solís.
Aunque a Luis Guillermo Solís le gusta montar a caballo, y confiesa que lo hace bien, prefirió ver el tope desde una tarima, donde estuvieron Epsy Campbell –quien fue su rival en la convención interna y aspira a la diputación en el segundo lugar por San José– y Ottón Solís, excandidato presidencial y ahora aspirante a una diputación.
“No soy ‘topero’ y no voy a empezar ahora para que me digan que soy un farsante. No haré cosas que no he hecho antes”, dijo Luis Guillermo Solís, pese a que considera que asistir a topes es una buena manera de hacer visible a una agrupación política.
En esto coincidió el candidato socialcristiano Rodolfo Piza, quien tenía siete años de no participar en el tope de Palmares.
“Yo tengo que pedirle al pueblo el voto, y eso significa tocar las puertas. Cuando uno viene a hablar con la gente, obviamente hace un acto de pedirlo. Le soy sincero: yo vengo a pedir el voto. Pero también es un acto de humildad venir a escuchar a la gente”, afirmó.
De los tres candidatos que se hicieron presentes en este evento equino, Piza fue el que portó menos propaganda y el que llevaba la caravana de caballistas más reducida.
Tan solo mostraba el logo de su partido pegado en el pantalón, unas cintas en el sombrero y otras trenzadas al pelo del caballo. “Usted sabe cómo está la cosa, hay que raspar la olla”, justificó.
Eso sí, la mayoría de las tarimas lucían los colores verde y blanco.
En la principal, localizada al final de la recta, animaba el cantante nacional Érick León, quien compuso un tema para la campaña verdiblanca.
El PAC, por su parte, solo tenía una, y las pocas personas que llegaron identificadas con camisetas del Frente Amplio se agruparon en un balcón en el costado sur del parque. Su candidato no llegó.