Moscú (AFP). El director artístico del Teatro Bolshoi, el bailarín Serguei Filin, fue hospitalizado con graves quemaduras en la cara y los ojos después de que un desconocido le rociara con ácido el jueves en Moscú, un incidente que pone de relieve las feroces luchas internas en el seno del teatro más famoso de Rusia.
Un desconocido atacó al coreógrafo el jueves por la noche echándole ácido en la cara en la puerta del edificio de su casa, en el centro de Moscú.
"Pensé que iban a dispararme. Me di la vuelta para huir, pero me atrapó y me roció la cara", contó el exbailarín, con la cabeza vendada, a un equipo de la cadena Ren-TV desde su habitación del hospital.
Filin sufre quemaduras de tercer grado y sus ojos están afectados.
"El estado de Serguei es grave, pero su vida no corre peligro. Lo más importante es salvarle los ojos", declaró a la AFP Katerina Novikova, la portavoz del Bolshoi.
Según la televisión rusa, los médicos no podrán pronunciarse sobre el daño en sus ojos hasta dentro de dos semanas.
La policía moscovita abrió una investigación por lesiones intencionales y precisó que da prioridad a la pista del móvil profesional.
La portavoz del teatro, una amiga cercana al bailarín, subrayó que Filin había recibido amenazas desde su nombramiento como director artístico del Bolshoi.
"Desde que ocupó el cargo, Serguei estaba amenazado permanentemente y sus predecesores también", dijo a la televisión.
Con estas declaraciones dio a entender que este ataque está probablemente relacionado con rivalidades profesionales.
"Nunca pensamos que la guerra por los papeles podría llegar a este nivel criminal. Siempre nos pareció, y siempre quisimos creer que la gente del mundo del teatro tenía un mínimo de moral. Es por eso que esta historia es terrible", dijo la portavoz del teatro.
Recientemente unos desconocidos rajaron los neumáticos del coche del director artístico y su correo electrónico y su cuenta en Facebook fueron pirateadas.
El mundo del ballet se mostró poco sorprendido por este ataque a Filin.
"El director artístico toma decisiones muy importantes sobre la remuneración de los artistas, sobre quién interpretará cada papel", declaró a la emisora de radio Eco de Moscú una exbailarina del Bolshoi, Anastasia Volochkova, que subrayó la "crueldad del mundo del ballet".
"Hay una lucha terrible por los papeles, por un ascenso", explicó.
El coreógrafo Alexei Ratmanski, exdirector artístico del Bolshoi, consideró que el ataque contra Filin "no era una casualidad", teniendo en cuenta las prácticas en el teatro.
Ratmanski criticó especialmente la "práctica repugnante de los aplausos pagados [...] los traficantes y revendedores de entradas, los fans medio locos dispuestos a saltar al cuello de los rivales de sus ídolos".
La causa de todo esto es la desaparición progresiva de la ética del teatro, añadió.
Sin embargo, el historiador del ballet Vadim Gaievski recordó a la AFP que las intimidaciones no eran una novedad en el Bolshoi y explicó que, en la época soviética, la famosa bailarina Galina Ulanova recibió una carta en la que la amenazaban con romperle las piernas.
Filin, de 42 años, bailó en el Bolshoi desde 1998 antes de convertirse, en 2008, en el director artístico de otro teatro musical moscovita, Stanislavski y Nemirovich-Danchenko, que convirtió en uno de los escenarios más prestigiosos de Rusia.
En marzo de 2011, sustituyó en el cargo de director artístico del Bolshoi a Yuri Burlaka.