San Petesburgo, Rusia AFP, EFE La basílica de la Natividad de Belén, situada en Cisjordania, ingresó a la lista de patrimonio mundial de la Unesco, pese a las objeciones de Estados Unidos y el Estado de Israel.
Poco después de anunciarse esta decisión, la Autoridad Palestina saludó una “victoria de la justicia”. En cambio, Estados Unidos e Israel criticaron la decisión, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, la calificó de “política”.
Esta es la primera vez que la Autoridad Nacional Palestina –admitida como miembro en pleno derecho en la Unesco en diciembre de 2011– solicita la inclusión de un sitio palestino en dicha lista.
La candidatura del Camino de las Peregrinaciones y de este templo de Belén pasó así el examen del Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco, reunido en San Petersburgo, con 13 votos a favor, 6 en contra y dos abstenciones.
Tanto Estados Unidos como Israel criticaron a la Unesco por adoptar un procedimiento “de urgencia” para poder incluir al sitio palestino en dicha lista.
La basílica de la Natividad data del siglo IV y es uno de los templos más antiguos de la cristiandad.
Está situado a 10 kilómetros al sur de Jerusalén en el lugar en el que los cristianos creen que nació Jesucristo. Fue inscrito en la lista del patrimonio “en peligro”, debido al grave deterioro que sufre por la gran cantidad de infiltraciones de agua. Aún se conservan mosaicos originales. Su inclusión en la lista de la Unesco le permitirá obtener recursos para su restauración.
Controversia. Tras conocerse la decisión de la Unesco, el portavoz de la presidencia de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, declaró: “Este reconocimiento global de los derechos del pueblo palestino constituye una victoria para nuestra causa y para la justicia”.
Por su parte, el embajador estadounidense ante la organización, David Killion, afirmó en un comunicado difundido en París, que su país estaba “profundamente decepcionado”. El diplomático criticó el procedimiento de urgencia utilizado para este caso y explicó que solo debe usarse en caso de riesgo de destrucción inminente.
“En 40 años, este mecanismo de urgencia solo ha sido utilizado cuatro veces y solamente en casos extremos, atendiendo siempre recomendaciones de instancias del Consejo”, sostuvo Killion.
Israel también manifestó sus descontento. “La Unesco ha demostrado que se guía por cálculos políticos y no culturales. En lugar de que los palestinos adopten pasos destinados a hacer avanzar la paz, toman medidas unilaterales que solo alejan la paz”, destaca un comunicado emitido por la oficina de prensa del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. El mandatario recalcó además que “el mundo debe recordar que la iglesia de la Natividad, venerada por el cristianismo, fue profanada en el pasado por terroristas palestinos “.
El texto se refiere al episodio ocurrido en 2002 cuando decenas de milicianos palestinos se atrincheraron en el interior de la basílica durante 39 días, mientras eran sitiados por el Ejército de Israel.