Guanacaste es una provincia en constante desarrollo, pero para el autor Édgar Leal, es también un símbolo de añoranzas.
Este médico jubilado que vivió su infancia en San José de la Montaña de Santa Cruz, siente una especial pasión por recuperar parte de la provincia que lo vio crecer. Por eso, este sábado presentará el libro El Guanacaste que se fue: Un testimonio de vida .
La actividad será a las 4 p. m., en la Cooperativa de Maestros Profesores. Por el momento, la obra se distribuirá solo en las librerías guanacastecas.
En este libro, Leal establece una narración sobre lo que era la provincia en los años 50 y cuánto cambió después del boom del turismo, que en criterio del autor trajo consigo una ola de vicios y de prostitución que calaron en las playas.
“Es una reminiscencia de lo que era Guanacaste. Por ejemplo, en Santa Cruz había solo dos Jeep Willys y una cazadora. Entonces, las calles eran de los niños y de la gente de a caballo, carreta y de a pie”, explica Leal.
En su libro, también destaca otros hechos como el abandono de la agricultura de subsistencia. “La gente ya no siembra ni para comer siquiera. Las fincas eran autosuficientes. Lo más que compraban era jabón y canfín para las canfineras cuando no había luz”.
Aunque Leal sí podría destacar avances en el desarrollo de Guanacaste, como el mejoramiento de las carreteras y una mejor esperanza de vida, su libro se limita a establecer una comparación sobre los valores que se perdieron.
“Yo hablo sobre cómo era la vida de los niños en esa época, cómo eran los trabajos en las haciendas, qué se producía, cómo se hacía, cómo abundaba el agua, que es lo que más escasea ahora”, afirma.
Leal, miembro de la Asociación Cantonal de Cultura de Santa Cruz, tiene un especial interés en escribir sobre Guanacaste. Hasta el momento, ha publicado también las obras De fiesta en fiesta en Guanacaste, Santa Cruz: El paraje de Diriá, Aromas de guayacán en flor, Los devotos del negrito y Santa Cruz y el Cristo de Esquipulas: 200 años de historia, tradición y leyenda.