MADRID (AP) Cada noche, cuando no hay visitantes, un potente y moderno robot realiza desde hace algunas semanas el examen médico más completo al que jamás se haya sometido al ‘Guernica’ de Pablo Picasso.
En el año de su 75° aniversario, la salud de la pintura es frágil y precisa una revisión a fondo. A través de las últimas técnicas disponibles de fotografÍa, tres dimensiones, rayos infrarrojos y ultravioletas, Pablito, como ya se conoce popularmente a la máquina, estudia el estado del mural de Picasso y trabaja en un barrido digital que permitirá comprender como nunca antes una de las obras cumbre del artista español sin ni siquiera tocarla.
“La obra se encuentra muy delicada en cuanto que ha sufrido muchos movimientos y muchas alteraciones”, dijo Jorge García Gómez-Tejedor, jefe de Conservación del Museo Reina Sofía de Madrid, donde se expone el Guernica. “Tenemos un material bastante delicado que necesita este cuidado”, añadió
No es la primera vez que se usan estas técnicas de estudio en un lienzo. Pero la manera de ponerlo en práctica, con la construcción y diseño en España de este enorme ingenio mecánico, sí es única.
El tamaño del mural (7,75 de largo por 3,50 metros de alto) unido a su delicado estado desaconsejaban descolgar la obra. De esta forma nació Pablito, creado para adaptarse a las particularidades del Guernica.
La máquina pesa 1.500 kilogramos y tiene dos brazos de nueve metros de largo por cinco de alto. La cámara que lleva adosada recorre en tres ejes los 27 metros cuadrados del lienzo a un metro de distancia. Sin tocarlo ni acercarse demasiado.
La capacidad de precisión de las lentes es de hasta 25 micras (25 milésimas partes de un milímetro).
“El ojo humano no puede ver lo que la cámara registra”, relató Humberto Durán, restaurador informático y una de las personas que participó en el diseño del sistema operativo que interpreta las imágenes del robot. Al finalizar tendremos una manera diferente de ver el cuadro.