06/09/2012. Exposicin de joyas y otros objetos en homenaje al centenario de la aviacin en Costa Rica en el Museo de Arte Costarricense en La Sabana, Avin BLERIOT XI. Foto Abelardo Fonseca (Abelardo Fonseca)
¿Qué tienen que ver oro, plata, zafiros, topacios, ópalos y rubíes con un avión de madera que se estrelló contra los árboles de La Sabana?
El colectivo de orfebres ¿Por qué no? exhibe, en el Museo de Arte Costarricense (MAC), 60 joyas inspiradas en el centenario del primer vuelo de avión realizado sobre territorio de Costa Rica.
El 1.° de enero de 1912, los josefinos se aglomeraron en La Sabana al calor de los festejos del Año Nuevo para presenciar un espectáculo nunca visto en el país.
El piloto estadounidense Jesse Seligman volaría sobre San José a bordo de un Bleriot XI. Pero los fuertes vientos que soplaron ese enero y la débil estructura de su aeronave –madera y tela– le jugaron una mala pasada y el avión fue a dar contra los árboles de La Sabana.
A pesar de que no fue nada más que una proeza accidentada, la historia recuerda ese día como el inicio de la aviación en Costa Rica.
Y fue precisamente en La Sabana donde se inauguró, en 1940, el primer edificio diseñado para ser parte de un aeropuerto internacional en Costa Rica. En este mismo inmueble funciona desde 1978 el Museo de Arte Costarricense.
Los orfebres Ana Cristina Cossío, Sonia Esquivel, Ana Catalina Lizano, Carlos Loría, Martina Quesada y Stella Valencia se inspiraron en la anécdota de Seligman, en el histórico edificio del aeropuerto y en el fascinante mundo de los pájaros de acero para confeccionar collares, aretes, pulseras, anillos, broches, gargantillas y otras exclusivas piezas de joyería.
La artista Ana Cristina Cossío fusiona las formas de la naturaleza y las hazañas de los aviones en piezas como Alas en vuelo y Hélices y flores . Las joyas se exhiben en el Salón Dorado del MAC, mientras en la Sala de Exposiciones Temporales, en la planta baja, el público podrá observar reproducciones de fotografías antiguas y una serie de objetos relacionados con la aviación como hélices, medidores de combustible, un radio de transmisión para comunicarse con los aeronaves y hasta una réplica del Bleriot XI. Las piezas pertenecen a las colecciones de José Giralt y la familia Macaya. La exposición estará abierta hasta el 7 de octubre.