Cartago. Entre la bruma y bajo la luz de la luna llena, los “espantos” criollos celebraron ayer en Cartago su propia fiesta con un desfile tradicional de mascaradas que se inició , cerca de las 6 p. m., en la iglesia de María Auxiliadora.
Acompañados de decenas de curiosos, delegaciones de mascareros de Barva de Heredia, Escazú, Desamparados, Tres Ríos, Oreamuno, Cachí, Paraíso y Cartago hicieron aparecer los personajes tradicionales como la giganta y el gigante, la muerte, el cadejos, la cegua y el padre sin cabeza.
Al ritmo del fara fara chín , cimarronas, zancos, maniobras circenses y grupos folclóricos se integraron al público, que, bien abrigado, desfiló y los acompañó por la avenida segunda de Cartago.
El desfile lo encabezó una réplica de la Virgen de los Ángeles.
Ana Rosa Quirós, del barrio El Carmen, llevó a sus dos hijas, un yerno y a dos nietos.
“Todos los años he venido y, con este, son 13. Es bonito que venga la Virgen, pues ella también debe acompañarnos en la alegría”, dijo.
Marvin Barquero dijo que esta tradición nació en Cartago. “Ya me siento en Navidad porque es como una cosa previa a la alegría navideña”, agregó muy entusiasmado.
El Día de la Mascarada Tradicional Costarricense se creó en el año 1996, con el propósito de contrarrestar otro tipo de festejos ajenos a nuestra cultura.
Según Guillermo Martínez, “decano” de los mascareros de Costa Rica, gracias a eso, hoy las mascaradas le ganan el pulso a a la influencia de celebraciones extranjeras como Halloween.