Prolífico y apasionado, Gabriel García Márquez ha dejado una marca tan distintiva en el cine como en la literatura. La investigadora costarricense María Lourdes Cortés se propuso a trazar esa compleja relación en un texto recién premiado como el mejor ensayo sobre cine iberoamericano, otorgado por la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano en Cuba.
Los amores contrariados. García Márquez y el cine abre con un recuento de la carrera como cronista del colombiano, estudia una veintena de adaptaciones de su ficción a largometrajes, y narra la historia de la Escuela Internacional de Cine y Televisión cofundada por Márquez en 1986.
“Analizo todos los largometrajes de ficción que se han hecho como adaptaciones de textos de García Márquez o guiones del autor a partir de un texto suyo”, explica Cortés.
Variaciones. El libro fue pensado por Cortés desde que cursaba un doctorado en París, en 1992. Con adaptaciones como las de Francesco Rosi ( Crónica de una muerte anunciada ) e Hilda Hidalgo ( Del amor y otros demonios ), hilvana ahora el complejo encuentro entre filme y libro.
“La adaptación, como cualquier lectura nuestra, es una lectura personal a partir de nuestros códigos”, explica Cortés, quien evita hablar de “fidelidad” en una adaptación. “Lo que trato de analizar es, por ejemplo, qué leyó Arturo Ripstein en El coronel no tiene quien le escriba y qué aspectos destacó”, dice.
No todas han sido adaptaciones felices. “muchos directores caen en la trampa de la voz en off y de poner a declamar a los actores las maravillosas frases de García Márquez”, ejemplifica Cortés.
Para Cortés, seguir al Nobel en su relación con el cine ha significado descubrir una tensión intrínseca. “No ha podido con él ni sin él. Él tiene una frase: ‘La fuerza invencible que ha impulsado el mundo no son los amores felices, sino los amores contrariados’. El amor feliz no hace literatura”, comenta. Con este y otros temas, Cortés rinde honor a un enamorado de la pantalla.