Madrid. EFE Madrid se convierte en una fiesta de la pintura con las dos exposiciones que la Fundación Mapfre dedica al nacimiento del arte moderno, a través de 78 obras maestras impresionistas y posimpresionistas del Museo d'Orsay de París, y al nacimiento del artista bohemio, con más de 100 piezas.
Unir ambas exposiciones tiene un sentido enorme en opinión de Pablo Jiménez Burillo, director del Instituto de Cultura de Mapfre.
“En la dedicada a impresionismo y posimpresionismo, se muestra la evolución del arte hacia la pintura como lenguaje, y para narrar la evolución hacia el siglo XX era necesario mostrar también el mito del artista bohemio”, manifestó Jiménez.
Jiménez Burillo y Caroline Mathieu son los comisarios de Impresionistas y posimpresionistas. El nacimiento del arte moderno .
El presidente del Museo d'Orsay, Guy Cogeval, insistió en la ocasión única que supone una exposición en la que todas sus obras son maestras.
“Presentamos el corazón de nuestra colección, la mejor parte. Nunca antes se habían mostrado obras tan grandes en una única sala”, dijo Cogeval.
En 1886 se celebró la última exposición de los impresionistas. Desde entonces, el impresionismo evolucionó hacia diferentes actitudes pictóricas definidas como posimpresionistas, que amplificaron el talante provocador del impresionismo, definiendo los caminos que llevarían a las vanguardias.
“El canon de belleza se relajó frente al canon de libertad. La pintura es bella por sí misma, no es intermediaria de nada, y el color es bello”, afirmó Jiménez, para quien este “es uno de los momentos más brillantes de la historia del arte”.
Con nueve obras maestras de Monet, entre ellas varias versiones de la catedral de Rouen, Estanque con nenúfares o El Parlamento de Londres , se inicia un recorrido en el que el visitante se encuentra con Las bañistas o Muchachas al piano , de Renoir, y La entrada al puerto de Marsella , de Signac.
Se les une una representación de las grandes etapas de Van Gogh, con El merendero de Montmartre , Coronas imperiales en un jarrón de cobre o Autorretrato , de 1887.
En este paseo único, se contempla Manzanas y naranjas y La señora , de Cézanne; Los Alyscamps , Marina con vaca o Los almiares amarillos , de Gauguin; El talismán , de Serusier, y los cinco grandes paneles de los Jardines públicos , de Édouard Vuillard, con los que finaliza la exposición.
Por su parte, exhibida con anterioridad en el Grand Palais de París, Luces de bohemia llega a Madrid con importantes novedades al reforzarse la presencia de artistas españoles en un recorrido desde Goya hasta Picasso. A ellos se unen Ramón Casas, Sorolla, Rusiñol o Anglada Camarasa.