El gusto de sostener un libro entre las manos, pasar sus páginas, olerlo y hasta colocarlo en un estante para lucirlo, son algunas de las razones por las cuales en este 2015 –y contra los pronósticos de muchos–, los libros de papel siguen vivos.
La llegada de los formatos digitales a la vida cotidiana de las personas aún no consigue que los lectores se desenganchen del gusto por el papel.
Así lo sugiere el informe Predicciones de tecnología, medios y telecomunicaciones (TMT), de Deloitte Global, publicado a inicios de este año.
Según Gilles Maury, gerente de la división de Deloitte encargada de esas áreas, el libro, al ser un documento físico, tiene dos grandes diferencias con sus homónimos en formato digital.
“Se asocia con la biblioteca y esta dice mucho de quién soy yo, habla de mi historia, del tipo de literatura que me gusta (...). El libro no es solo un texto, es un pedazo de mi historia que yo puedo compartir”, razonó Maury. También hay una relación física: “El hecho de poder volver a tocar un libro que uno ha leído hace mucho tiempo, es algo que no se puede hacer con el contenido digital”, comentó.
La predicción de Deloitte asegura que el 80 % de los libros que se venderán en el 2015 serán impresos.
“La explicación que da el informe es que las personas han tenido al libro como parte del desarrollo de sí mismas y del aprendizaje”, apuntó Maury.
Otra de las revelaciones de la investigación es que el gusto por el papel lo tienen, inclusive, las generaciones más jóvenes, aquellas más acostumbradas a lidiar con aparatos electrónicos y contenidos digitales.
Defensa del papel. Un estudio realizado en el Reino Unido por el sitio Voxburner reveló que el 62% de los jóvenes de entre 16 y 24 años, en ese país, preferían comprar libros impresos, pues les gustaba su olor y querían un estante lleno de ellos.
Siguiendo la línea de lo señalado por Maury, hay otro elemento adicional que distingue los libros en papel de los digitales: sus portadas.
Los libros electrónicos no tienen portadas visibles para las demás personas.
El estudio de Deloitte resaltó además una pregunta efectuada por el autor Motoko Rich, en una publicación de The New York Times: “El acto de leer en público transmite información importante a los otros lectores”.
Lo esencial de la predicción, según apunta el informe de Deloitte, es que los libros digitales no están remplazando en gran medida a los libros en papel.
Local. Ahora bien, la popularidad del impreso no evita que las editoriales incursionen en el mundo de los libros digitales.
Por ejemplo, el 1.° de octubre del 2013, la Editorial Costa Rica lanzó 43 títulos costarricenses en su plataforma digital, así como cinco audiolibros.
Desde entonces y hasta la fecha, se han vendido unos 839 libros digitales, entre ellos, los más comprados son Marcos Ramírez (126), El emperador Tertuliano y la legión de los Superlimpios (52) y Biografías de Costa Rica (51).
“Por lo general, nuestros compradores tienen entre 20 y 45 años (...). Cabe señalar que hemos identificado a personas que realizan una compra (para conocer la plataforma) y posteriormente continúan adquiriendo las novedades”, comentó Marcela Mora, de la Editorial Costa Rica.