El diseño para un auto eléctrico va sobre ruedas en la Galería Nacional. El nombre, el logotipo y todo el proyecto son parte de una notable exposición que ha abierto la Universidad Creativa con trabajos de sus estudiantes.
Alta resolución es la séptima muestra anual que ofrece la carrera de diseño gráfico de la Universidad Creativa . Se exponen unas 300 obras de unos 150 estudiantes y de varios profesores. Se confirma así el alto nivel que exhibe el diseño en Costa Rica.
Los trabajos se hicieron con diversas técnicas –manuales e informáticas–, elaborados en los cursos de tipografía, identidad visual, publicidad, historia del diseño, diseño editorial y de marcas, entre otros, explica Andrea Gätjens, profesora de diseño gráfico en la universidad.
Máquina del tiempo. ¿De dónde han salido estos dibujos antiguos, estas letras góticas? Son obras hechas en los cursos de historia del diseño. Unos alumnos exponen iluminaciones de estilo medieval, con letras y dibujos sobre cuero que imitan páginas de libro antiguos. Se las realizó empleando tintas e instrumentos parecidos a los originales.
Libros hechos a mano y pequeñas cajas de cartón recuerdan los nombres de los impresores europeos de entre los siglos XV y XVIII. Con marcas comerciales, aparecen recipientes y un encendedor –¡de madera!– como los que se usaban en la antigua Grecia.
En un curso de publicidad se pidió a los alumnos diseñar campañas impresas de turismo para “viajar” a otras épocas: afiches que son vistosas máquinas del tiempo. Nos invitan a hacer un tour por la Roma del imperio, o por la revolución industrial del siglo XVIII, o por el art déco de fines del XIX...
La sección de identidad visual reúne afiches y objetos –como bolsos– que comparten los mismos elementos: colores, tipografía, tarjetas, etc. Todo se dedica a crear una línea de diseño que identifique a una empresa.
Libros y vampiros. Algunos trabajos se hicieron para empresas reales, como una dirigida por Franklin Chang; ella desarrolla el primer automóvil eléctrico de Costa Rica. La propuesta aceptada por el cliente se llama Cambria . Otro caso real es el diseño ya comprado por El Castillo, Country Club, empresa que enseña patinaje sobre hielo.
Unos libros-manuales contienen todas las guías que permitirán continuar los diseños de una marca cuando se inventen nuevos objetos. Algunas veces, los alumnos acuden a artesanos que hacen cosas diseñadas, como libros impresos y tazas.
Un grupo de estudiantes realizó varias propuestas de diseño para la Fundación Ayúdenos para Ayudar, que tiene a su cargo el Museo de los Niños, la Galería Nacional y el Auditorio Nacional. Los carteles explican cómo apoyar económicamente a esas instituciones.
Litteratus se llamó el concurso de este año, al que los estudiantes acudieron con dibujos dedicados a libros o personajes literarios. En años anteriores, los temas fueron los sueños y los monstruos.
En las paredes de la galería viven alusiones a Cocorí, Marcos Ramírez, el Principito, Caperucita Roja, Drácula, Viaje al reino de los deseos y demás mitología de nuestros tiempos, a los que debemos tantos sustos y placeres.
Guías. La profesora Gätjens explica que la carrera de diseño gráfico dura cuatro años. En el último se ejecuta un proyecto de graduación para el bachillerato.
Los cursos parten del aprendizaje del dibujo manual y siguen con el empleo de instrumentos recientes (como computadoras y programas de diseño digital). Mediante el escaneo se trasladan los dibujos a una computadora; aquí se los colorea y se los combina con otros diseños o con fotos.
“Los medios electrónicos son solo instrumentos; la base real es el dominio del dibujo hecho a mano: en esto somos muy estrictos”, afirma Andrea Gätjens.
En cada curso y en cada año, el alumno recibe temas del profesor y debe desarrollarlos con la orientación de él. Por ejemplo, para un supermercado imaginario, el estudiante debe crear logotipos, dibujar personajes, definir colores, inventar textos publicitarios, tomar fotos, etc.
Se dictan también materias teóricas, como historia del arte, tipografía, modelado y programas informáticos (Photoshop, Illustrator, Indesing, etcétera).
Dar la cara. La sección Medios digitales presenta trabajos hechos con los programas Photoshop (para modificar fotos) e Illustrator (para el diseño final).
La imaginación de los alumnos ha creado una sugerente colección de monstruos de la literatura fantástica, como dioses casi egipcios, gigantes de dos cabezas y búhos de metal.
En años anteriores se expusieron hadas y duendes. Algo más apacible es la sección de cajas de cereal con dibujos orientados a los niños: desayuno sabroso, aunque sea de cartón.
El periodismo y la enseñanza se encuentran con el arte para realizar infogramas; es decir, diseños orientados a explicar un objeto o un proceso: cómo es una máquina, cómo se fabrica, cómo funciona... Los infogramas (o infográficos) siempre incluyen textos que se apoyan en imágenes.
Para el curso de diseño vectorial, los estudiantes tomaron una fotografía de una persona (generalmente un rostro); la dibujaron con exactitud en una computadora y le añadieron elementos gráficos. Así, de una foto del actor Béla Lugosi (el único Drácula de pura sangre) surgió la portada de una revista dedicada a cuentos de terror.
A su vez, la técnica del modelado orgánico obliga a dibujar un elemento (como un cuerpo humano) hasta convertirlo en una “escultura” digital. Por ejemplo, una cabeza debe poder girarse en la pantalla como si fuese un cuerpo que rotásemos con las manos. Este tipo de trabajo artístico se conoce también como “3D” (tres dimensiones).
Héroes. La sección Ópera prima expone dibujos y carteles de tema libre hechos por alumnos y profesores de la Universidad Creativa . Por ejemplo, Andrea Gätjens exhibe su proyecto de graduación: el modo en el que elaboró un libro, publicado por la Universidad de Costa Rica, dedicado a la obra del escultor Aquiles Jiménez.
La artista invitada a esta exhibición es Ixchel Estrada , diseñadora e ilustradora mexicana, quien dirigió un seminario ofrecido a los alumnos de la Universidad Creativa
La obra de Estrada ha sido premiada en exposiciones internacionales, y figura en el Catálogo Iberoamericano de Ilustradores y en el Catálogo de Ilustradores de Publicaciones Infantiles y Juveniles del Consejo Nacional de la Cultura de México.
De Ixchel Estrada se exponen tres carteles que combinan la caricatura, el dibujo y el collage , como Niño Medusa.
Por último, algunos trabajos de campañas publicitarias se orientan a promover la atención a las personas deprimidas y a apoyar los derechos humanos: de las mujeres contra la violencia sexual, y de los niños contra el acoso en las escuelas.
Un niño se ve en un espejo. Es víctima del acoso, pero resiste, y el espejo lo retrata como un superhéroe: buen comienzo para una vida y buena comprensión de que el arte sirve también para que la gente sea feliz.
La muestra Alta resolución permanecerá abierta todos los días y hasta el viernes 30 de octubre en la Galería Nacional (Museo de los Niños). Facebook: galerianacionalcr