El humor suele ser un buen camino para ofrecerle al espectador una idea para reflexionar; no es descubrir el agua tibia, pero si un efectivo método que la obra
El texto es del venezolano Víctor Vegas , originalmente llamado
Desde mañana y hasta el 7 de agosto, los asistentes al teatro de cámara josefino encontrarán sobre el escenario a dos hermanos Antonio (Arturo Campos) y Lucía (Silvia Campos). Ellos aparentan ser lo que no son, pero ahí está el detalle para el ojo del público: tendrá que descubrir lo que pasa.
Estos muchachos, ni tan viejos ni tan jóvenes, sostienen una relación entre absurda y divertida; con conversaciones de frases cortas, que denotan desinterés por lo que pasa a su alrededor y también un humor muy cruel.
Poco a poco va quedando una idea en el público: esos hermanos simplemente se han resignado a esperar a que salga el sol cada día, con el propósito de que luego vuelva a anochecer.
La obra está creada como una serie de pequeñas historias, una tras otra, que buscan mantener siempre la atención del público en lo que ocurre.
Además, el autor se toma la libertad de tomar textos de otras obras de teatro del absurdo, que los más versados en este movimiento reconocerán.
Los protagonistas deseaban que el público se divirtiera al ver la obra, y creen, a partir de los ensayos con públicos que hicieron, que lo lograron. El humor proviene de las situaciones, lo patético y absurdo que puede llegar a ser la vida de la forma en que la pasan estos dos hermanos.
“Creo que, además de pasar un rato agradable, la gente podría salir preguntándose qué tanto de las situaciones que vio en la obra están practicando en sus vidas”, explicó Arturo Campos.
Para el coprotagonista llegar al estreno de