Hernán... hablemos para entender

Si algo tienen en común los seis personajes que Hernán Jiménez interpretará este fin de semana en el teatro Eugene O'Neill, es que todos tienen algo qué decir. Ellos protagonizan Hablando se entiende la gente.

Luego de darse a conocer, gracias al estreno de su película El regreso, Jiménez quería volver a retomar un proyecto al que le guarda un cariño especial. El texto, presentado a manera de monólogos, es protagonizado por un director de teatro.

Este personaje anda en busca de un histrión para un nuevo montaje, pero en su día a día vive un sin fin de situaciones que lo ponen a pensar.

De a poco, la audiencia descubrirá a singulares protagonistas: como el oficial de seguridad de una empresa privada; un mensajero con un poco de mala suerte y el actor que busca su gran oportunidad, a pesar de todas las veces que le cerraron las puertas.

“Siempre que la remonté, la temporada se me hacía corta; tenía otras prioridades y me quedo con las ganas de volver a hacerla y esta es la oportunidad”, explicó.

Cambios. Con la experiencia de temporadas anteriores, decidió hacer algunas modificaciones.

El principal cambio lo sufrió el director de teatro, personaje que hilvana la obra. Por diversas razones, Jiménez nunca se sintió del todo contento con este director y con parte del contenido de sus diálogos. Por esta razón, casi reescribió el personaje.

Adicionalmente, extendió algunos fragmentos de monólogos, para dar mayor coherencia a todo el espectáculo y que no se sintieran forzados, una sensación que experimentó en el pasado.

Para Jiménez, los personajes son cercanos a los ticos, porque son un reflejo de gente que anda por la calle todos los días; como el mensajero de la empresa o el guarda de un minisuper.

El otro Hernán. La promoción de su largometraje le demandó mucho tiempo; no obstante, también le permitió que muchas más personas conocieran su faceta como actor y director en la gran pantalla.

Pero ahora, quiere que conozcan su otra faceta, el otro Hernán, el actor de las tablas. Para lograrlo, le robó horas a su trabajo de divulgación de la película y comenzó el remontaje de Hablando se entiende la gente.

Lo bueno, aseguró, es que no le resultó difícil, porque es una obra que siente verdaderamente cercana, al punto de considerarla como una extensión de él mismo.

“No me costó retomarla, entrar en ese espacio mental de los personajes me es relativamente fácil; en parte porque fue uno de mis primeros trabajos y es uno de esos temas que me fascina y obsesiona”, explicó el histrión.

Por esta misma obra, Jiménez recibió críticas favorables de Andrés Sáenz, crítico teatral de La Nación. “Como autor y actor, Jiménez construyó los personajes y compuso los parlamentos valiéndose de fina percepción psicológica, agudo ingenio satírico, oreja sutil para los giros del habla vernácula, y preciso sentido del timing cómico”, escribió Sáenz.

Para el protagonista, recordar esos comentarios no le generan presión adicional, sino como un voto de confianza; pero, desde luego, sabe que el público espera el mismo nivel o aún más que esa vez.