En seis años pueden pasar muchas cosas. Para el Festival de Artes Árabes , este tiempo ha sido suficiente para tomar, una vez al año y sin falta, el Centro Nacional de la Cultura (Cenac) con una feria árabe.
Las circunstancias desde que la actividad comenzó en el 2010 han cambiado. En un inicio contaban con apenas 150 bailarinas y este año la cifra alcanza las 700, las cuales vendrán de academias de baile árabe de todo el país.
En esta ocasión, el festival no se conforma con una fecha única, sino que se ha extendido durante tres fines de semana para ofrecer durante cada uno una parte distinta de la cultura árabe.
En el primero, la Academia Ámar inauguró el festival con un espectáculo de danza del vientre; en este segundo, la Feria de Artes Árabes ofrecerá también baile, pero añadirá además el sabor de la comida, así como la textura y color de la artesanía y la moda.
La entrada, con un valor de ¢2.000 cada día, permitirá el acceso a los puestos de ventas, y también a los seis talleres diarios que se ofrecerán entre el sábado 21 y el domingo 22 de marzo.
Los asistentes podrán elegir, durante estas fechas, clases de danza del vientre de varios estilos, incluyendo una de fusión con danza contemporánea.
Al baile y la música tradicional se le une también una nueva oferta de gastronomía, a cargo del restaurante Lubnan, el primer local de comida libanesa de Costa Rica; además venderán otras delicias como especias, tahini (pasta de semillas de sésamo), té, mamul (panecillos rellenos) y otras golosinas.
El Festival de Artes Árabes continuará el próximo fin de semana, cuando tienen programados talleres de percusión con el músico sirio Issam Houshan.
Comunidad. Al igual que en años pasados, la Academia Ámar es la encargada de organizar el festival junto con otros miembros activos de la comunidad árabe en Costa Rica.
La directora de la academia, Estelle Zaghloul, asegura que la actividad saca la cultura árabe de los conflictos políticos pendientes del Oriente Medio y deja “todo lo bonito” que comparte la cultura de los países de la región.
Con la idea de reunir en un mismo lugar a voces egipcias, libanesas, turcas e indias, el Festival de Artes Árabes se ha convertido durante seis años en un evento representativo del turismo étnico, pero también es una fecha de cohesión para las familias árabes que residen en el país.