Muchos artistas costarricenses y centroamericanos habrán sentido desde ayer un cierto desconsuelo, una especie de orfandad.
La artista y promotora cultural Virginia Pérez-Ratton falleció ayer por la tarde, a los 60 años de edad, en su casa en Concepción de Tres Ríos (Cartago). Quien fuera la más reciente ganadora del Premio Nacional de Cultura Magón murió a causa de un cáncer que la aquejaba desde hace varios años.
El nombre de Pérez-Ratton (1950-2010) estuvo vinculado a las artes de vanguardia de la región durante los últimos quince años.
En 1994, ella fue la primera directora del Museo de Arte y Diseño Contemporáneo ( MADC ). Asimismo, en 1999 creó la Fundación TEOR/éTica , institución que se dedica a la formación, a la discusión teórica y a la producción de publicaciones relacionadas con las artes contemporáneas.
Recientemente, Pérez-Ratton había delegado algunas de sus funciones en la Fundación para retomar su trabajo como artista.
“Después de un retiro parcial, poco a poco me ha ido dando fuerza para volver al taller y ahora me siento liberada”, declaró en mayo durante su última entrevista con
“Yo estoy dentro de la gente que ella respetaba: le debo muchísimo. Ella nos estimuló a ver el arte como algo más allá del proceso de producción, y a verlo también como un trabajo intelectual”, expresó Arguedas.
Pérez-Ratton era licenciada de la Universidad de Costa Rica en literatura francesa.
Sus primeros estudios en arte los realizó en el país de la mano de Grace Blanco (dibujo), Lola Fernández (pintura) y Juan Luis Rodríguez (grabado).
En 1987 estudió grabado en la Escuela de Artes Decorativas de París (Francia) y luego se integró formalmente a la escuela homóloga de Estrasburgo.
En 1994, el ministro de Cultura de entonces, Arnoldo Mora, le propuso la dirección del recién creado MADC. Desde el inicio, Pérez Ratton enfiló su esfuerzo a relacionar entre sí a los artistas del istmo Centroamericano y a promocionarlos en el extranjero. Luego continuó esta labor con TEOR/éTica.
El jurado de los Premios Nacionales destacó al otorgarle el Premio Magón su “relevante labor como curadora y promotora del arte contemporáneo en Costa Rica, así como de Centroamérica y el Caribe”.
“Ella fue una guerrera del arte y una mujer muy valiente que luchó por darle al arte costarricense un lugar de prestigio en el ámbito internacional”, afirmó Florencia Urbina, directora del Museo de Arte Costarricense.
La curadora de arte Clara Astiasarán agregó: “Ella es insustituible, no hay una persona con todas las cualidades que ella reunía, con ese nivel de entrega, de convocatoria y tenacidad”.
El ministro de Cultura, Manuel Obregón, dijo: “La partida de Virginia deja un gran vacío en los corazones de quienes tuvimos el honor de compartir con ella su amor por este país, su cultura, identidad nacional y la proyección latinoamericana”.