El entusiasmo con que Clotilde María Obregón Quesada abrazó la investigación histórica, marcó a varias generaciones de historiadores y le significó a Costa Rica un voluminoso legado en esa materia .
La historiadora, escritora y docente, falleció el lunes, a sus 73 años, y dejó a los costarricenses de hoy un valioso acervo documental para conocer su pasado.
Nacida el 15 de diciembre de 1939, Obregón dedicó gran parte de su vida a hurgar con gran minuciosidad entre cientos de documentos en busca de información histórica, que luego comparaba, analizaba y organizaba en publicaciones.
El gusanito de las letras le venía de familia pues su abuelo fue Miguel Obregón Lizano, destacado educador costarricense, fundador del Sistema Nacional de Bibliotecas.
Sus colegas y alumnos la recuerdan como una mujer rigurosa, dedicada y apasionada de su trabajo. “Fue una profesora que dejó una huella en mi formación pues propiciaba la excelencia. Era muy generosa y no tenía ningún problema en compartir sus hallazgos y fuentes”, recordó la historiadora Patricia Fumero.
El director de la Escuela de Historia de la Universidad de Costa Rica, Ronny Viales, reconoció el legado de Obregón en tres campos: la docencia, la investigación histórica y la gestión universitaria. Ella se incorporó a la Universidad de Costa Rica en 1965 y, desde 1974 hasta 1994, estuvo vinculada a la Escuela de Historia.
“Fungió como catedrática, fue subdirectora de la Escuela de Historia y Geografía entre 1983 y 1987, directora del Departamento de Historia, de la Escuela de Historia y Geografía, entre 1989 y 1991. Ella forma parte de una generación de historiadores que puso de relieve a figuras destacadas de la política costarricense”, detalló Viales.
Entre esos trabajos, el director destacó el libro Carrillo: una época y un hombre (1835-1842) , con el cual Obregón obtuvo el Premio Nacional de Historia Aquileo J. Echeverría, en la rama de Historia, en 1989.
Obregón se pensionó en 1994 ,pero siguió trabajando en sus investigaciones y publicaciones.
“Es una de las autoras más prolíficas en cuanto a investigación histórica y, además, fue una de las primeras mujeres costarricenses en destacarse en su campo académico. También tuvo una presencia importante en la esfera pública”, agregó Fumero.
La historiadora Rina Cáceres calificó a Obregón como pionera en la enseñanza de la historia precolombina.
“Durante muchos años, se defendió la idea de que la historia de América se iniciaba en 1492, con la llegada de los españoles, y se ignoró el aporte de las civilizaciones indígenas. Ella fue de las primeras en rescatar esa parte de la historia que estuvo ignorada; incluso, organizó giras de estudio a México y Suramérica”, dijo.
Obregón fue galardonada, en 1989, con el Premio Cleto González Víquez que da la Academia de Geografía e Historia de Costa Rica.