Dos guerras mundiales, la guerra fría y la caída de la Unión Soviética no fueron obstáculos para que el legendario Coro Académico Estatal Folclórico de Rusia deje de cantar.
Precisamente, esta agrupación cumplirá 103 años en mayo y tiene como norte conservar y promocionar el folclor ruso.
El coro, que lleva el nombre de su fundador, Mitrofán Pyatnitksy, reconocido investigador del arte popular de su país, se presentó ayer a las 7 p. m. y lo hará hoy, a las 11 a. m. –boletos agotados–.
La de este grupo es una lucha contra el olvido y, como todo en esta vida está condenado al olvido, su batalla es dura para lograr transmitir a las nuevas generaciones sus canciones y bailes más tradicionales, así como mostrarlo al mundo.
En esta ocasión, su objetivo es Costa Rica, que en el marco del Festival Internacional de las Artes , le abrió las puertas y les facilitó el escenario de Teatro Melico Salazar.
Las 80 personas que integran el coro, entre bailarines, músicos y directores, volaron 17 horas para llegar al trópico. Este es el segundo país de Latinoamérica que visitan; el otro fue México.
Ayer, antes de que salieran a escena, conversamos con dos de sus integrantes: Gennedy Pusakov, sustituto oficial del director, y la cantante María Ivanova. Oxana Lysoba, una rusa que desde hace 17 años está radicada en Costa Rica fue la traductora.
Cuando vivió en Rusia, Oxana nunca tuvo la oportunidad de ver el coro, por lo que ayer estaba muy emocionada de poder disfrutar el espectáculo de su madre patria.
Amor a su país. Pusakov e Ivanova muestran un cariño especial por el coro, una entrega auténtica, como si tuvieran un compromiso con su patria y con la historia de preservar los cantos y danzas más emblemáticas.
Contaron que interpretan música de 33 regiones de Rusia y que su repertorio se origina en una intensa investigación en cada lugar, a lo largo de los años.
Además, conscientes de la época en que vivimos, saturada de pop y seducida por el rock , desarrollan estrategias para cautivar a los jóvenes. De hecho, en el coro, las edades oscilan entre los 21 y 26 años.
“Estamos muy motivados por el hecho de que representamos a Rusia, cuando salimos somos la cara de Rusia, no podemos fallar en dar a conocer nuestro folclor, en hacer que perdure”, dice María Ivanova.
El coro es el encargado de representar a Rusia en el extranjero durante las reuniones de jefes de Estado y es catalogado como el embajador oficial del folclor ruso
¿Cómo ha hecho el coro para sobrevivir todos estos años, incluso en contextos tan complicados como las guerras?
En la Segunda Guerra Mundial, el coro viajaba por las zonas más difíciles donde estaban los soldados, iba para darles ánimo, para apoyarlos y agradecerles con en canciones y poesía. Los soldados le daban de su comida a la gente del coro para agradecer. El coro se convirtió en un elemento de fuerza. Con la caída de la Unión Soviética, se vivieron momentos muy duros, pero los logramos pasar. Ahora esperamos seguir cantando por muchos años más.
Ustedes dicen que son la cara de Rusia, ¿cómo afrontan temas sensibles como el conflicto con Ucrania, o las leyes consideradas antigais impuestas por el presidente Vladimir Putin? Acá en Costa Rica, sobre todo el segundo tema, generó malestar.
Hay cosas culturales y políticas que no se pueden mezclar, si quieres una respuesta para eso debes buscar un político, deberías llamar a la Embajada.
La respuesta de María y Gennedy (ambos hablaron y ruso, y la traductora hizo un resumen) evidencia la complejidad de los temas y el interés por esquivar la polémica. La seriedad los cobijó unos segundos, pero luego volvieron a ser tan simpáticos como en el resto de la entrevista.
Pese a que estarán poco tiempo en el país esperan conocer algo de la cultura, así como de las playas y la naturaleza. En la función de ayer sorprendieron a la audiencia con una interpretación de una canción del Caribe: Zancudo ... Calipso con voz rusa y melodía de coro, imposible borrar de la memoria.