Esta obra es una xilografía o cromoxilografía. La titulé El espectador rojo y la realicé en el 2005. Tiene 62 cm de largo y 53 cm de alto y es la tercera impresión de una serie de cinco. La composición parte de un perfil donde dos hombres juegan al ajedrez.
A la izquierda se encuentra el espectador rojo, quien rompe con la simetría de la imagen. La criatura dirige su mirada y la flecha –que forma con su cola– hacia el juego de ajedrez. Adicionalmente, su expresión sugiere que algo importante sucede en el centro de la imagen.
El personaje rojo observa la partida, pero no interactúa directamente con la situación. Procuré así generar una incógnita: ¿cuál es el papel de esta criatura en la escena? Me gusta plasmar este tipo de situaciones en las imágenes para incitar la libre interpretación del espectador. Trato de que puedan contarse múltiples historias con una imagen y de fomentar que cada cual se forme un significado propio. La paleta no intenta imitar colores reales o comunes; más bien, la utilicé como elemento protagonista del diseño.
En la cromoxilografía se talla una plancha de madera por cada color. Debe tomarse en cuenta el registro para que los bordes de los colores coincidan; es decir, para que no se sobrepongan indebidamente.
Empleo tinta de grabado; la aplico con un rodillo sobre la plancha, y luego presiono esta con una cuchara de madera o un baren. Es importante hacerlo uniformemente para que la imagen quede homogénea. Al imprimir los colores, el orden a debe ser siempre igual para todas las impresiones de la serie.
La técnica de la xilografía siempre me ha llamado la atención ya que le da mucho carácter a la imagen. Aprecio el valor plástico que el medio o la técnica aportan a las obras. Intento que estas tengan gran importancia en la imagen última, y que transforme en cierta medida la idea original.
En este caso se agregó muchísima expresividad gracias al valor que la talla en la madera da a la línea, las texturas y los colores, limitados por un número definido de planchas.
El estilo gráfico de esta imagen no siempre es constante en mi obra; sin embargo, el tipo de tema sí ha sido recurrente desde etapas tempranas hasta la actualidad: la búsqueda de escenas extrañas con un “imaginario” muy personal.
Represento seres ficticios que interactúan en situaciones varias, ya sean cotidianas –como en este caso– o escenas totalmente extraordinarias. Siempre busco que pase algo desconcertante, algo que llame la atención del espectador; en ciertos casos trato de añadir un toque de humor.
En su mayoría, mis obras del 2005 revelan exploración, y experimentación de técnicas y temas. Estos van desde la figura humana –hecha a partir de dibujos de modelos– hasta imágenes que fluyen completamente de la imaginación, como en este caso.
De estas xilografías conservé muchos aspectos plásticos que luego apliqué en otras técnicas con resultados que me parecen interesantes. Me refiero al uso de paletas limitadas y saturadas –poco habituales–, y al protagonismo de los matices del color negro. También he incluido plastas de color con texturas de papel y madera, y efectos de tinta que he llevado al tratamiento de imágenes digitales –e incluso a otros campos, como el diseño gráfico–.