“El espectáculo debe continuar”. Esa parece ser la sentencia que movió a la dirección y al elenco de la célebre obra de teatro El Mercader de Venecia , en los últimos días.
La producción sufrió el martes pasado la baja, por razones de salud, de Melvin Méndez, actor que iba a darle vida al judío Shylok , uno de los personajes centrales del relato, escrito por William Shakespeare, entre 1596 y 1598.
Ante el contratiempo, surgió la figura del experimentado histrión costarricense Arnoldo Ramos, quien comenzó a familiarizarse con los textos del personaje el miércoles pasado, a tres días del estreno.
La responsabilidad de Ramos es grande, llegó a la obra con el estreno encima y con la urgencia de adaptarse a un elenco que lleva más de un mes en ensayos.
Además, de Shylok nace el conflicto e intrigas que se desarrollan en la historia.
“Lo hago como un gesto solidario con mis compañeros y sobre todo con mi amigo del alma Melvin Mendez; para él, este momento es difícil, y lo menos que podemos hacer es paliar un poco su dolor y preocupación”, comentó Ramos el jueves pasado, antes del último ensayo.
Ramos aceptó el reto porque conoce la obra y el personaje, aunque nunca lo ha interpretado.
“Me atrevo a la irreverencia de aceptar porque conozco bien la obra, conozco bien el personaje y eso me da una serie de seguridades”, añadió el artista.
Este tipo de apuros no son ajenos al mundo del teatro. Sin embargo, son complicados de superar sin que la calidad de la puesta en escena sea sacrificada.
“Lo más difícil es entender la organicidad total del personaje; de pronto, las letras son difíciles pero se logran, uno puede aprenderse el movimiento del personaje, pero darle vida a eso no se logra de un día para otro. Estoy confiando en la experiencia y en que tengo compañeros muy buenos a mi lado”.
El Mercader de Venecia cuenta la historia de un noble empobrecido que requiere de un préstamo para conquistar a una bella dama y casarse con ella.
Dentro de la trama, Shylok juega el rol de prestamista usurero.
Confianza. Luis Carlos Vásquez, director de la obra, rescató el profesionalismo de Ramos y enfatizó en la confianza que le tienen para este proyecto.
“Es una obra tan conocida y tan importante que los actores interesados y estudiosos la han estudiado. El actor que está reemplazando a Melvin es bastante profesional y conocía la obra perfectamente”, dijo Vásquez.
Esta obra es de lectura obligatoria para los estudiantes de secundaria y estará disponible hasta el 25 de mayo.
En total, la producción ofrecerá 14 funciones, todas en el Auditorio Nacional del Museo de los Niños.