De Fred Herrera he comentado varios trabajos dancísticos; primero, le vi producciones como coreógrafo invitado de la Compañía Nacional del Danza y luego, como creador e intérprete de una propuesta de danza Butoh. En este año, Herrera ha organizado el segundo Festival Iberoamericano de Danza Butoh en nuestro país y, dentro de ese contexto, se ha presentado con su nueva agrupación, integrada por Felipe González, Luisa Román, César Alvarado, Andrea Vezga y Daniel Cubillo en el montaje titulado Descenso al infierno .
Este trabajo está inspirado en el VI canto de La Eneida , de Virgilio, episodio en el que el personaje principal, Eneas, durante su destierro, realiza un viaje al inframundo para encontrarse con sus antepasados y obtener la luz que le dará fortaleza y sabiduría para seguir viviendo y guiar a su pueblo a un mejor destino.
Vale recordar que el lenguaje que maneja el Butoh (danza de las tinieblas), originaria de Japón, promueve la utilización de los recursos expresivos de modo distinto a la danza moderna occidental y el ballet . Por lo general, los cuerpos de los intérpretes están casi desnudos y pintados, los movimientos son poco periféricos y la energía se maneja mayoritariamente, hacia el interior, con abundantes desplazamientos sinuosos en los cuales las líneas y velocidad el peso corpóreo contribuye a crear imágenes condensadas.
Para la propuesta de Descenso al infierno , Herrera y compañía crearon un ambiente fantástico tapizado de elementos naturales como la tierra pigmentada, restos de pasto seco, el agua, el fuego y metales que le sirvieron a los personajes para escenificar sus dramas. Ellos fueron enmarcados por una banda sonora compuesta por piezas de varios autores, entre los que destacan el estonio Arvo Part, el japonés Icho No Maki y el compositor costarricense Felipe González.
En la interpretación, debo destacar la presencia de Daniel Cubillo en el papel de Eneas, quien mantuvo una fuerte presencia escénica tanto por su destreza corporal como por la utilización de la voz. El resto del elenco cumple a cabalidad las demandas histriónicas resolviendo con solvencia y eficacia expresiva.
El diseño de luces estuvo a cargo de Rafael Ávalos y Fred Herrera. En este sentido, encontré escenas que se pudieron iluminar mejor al inicio del espectáculo para poder disfrutar a plenitud de las actuaciones del conjunto. Este es un aspecto que se puede mejorar. Pero, en general, Descenso al infierno es un trabajo que posee una riqueza plástica con una duración adecuada, donde cada acción se justifica y contribuye a guiar al espectador de manera inteligente sin ser descriptivo ni obvio.
El montaje se presenta como un texto que permite muchas lecturas e interpretaciones, en una disciplina que, hasta el momento, no se había cultivado de manera sistemática en Costa Rica. Es de esperar que los nuevos seguidores del Butoh generen más producciones de este nivel y hasta podamos ver propuestas con temáticas de nuestro entorno.
Descenso al infierno
Compañía: Danza Butoh
Coreografía y dirección: Fred Herrera
Intérpretes: Felipe González Luisa Román, César Alvarado, Andrea Vezga, Daniel Cubillo, Fred Herrera
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