Para los bailarines de la Compañía Nacional de Danza , la Temporada de Coreógrafos Residentes es abrir al público las puertas de su laboratorio personal. Tres nuevas coreografías mostrarán, a partir de este jueves, los diversos acercamientos al movimiento que hace el grupo de bailarines.
Las presentaciones de la segunda Temporada de Coreógrafos Residentes se realizarán los días 7, 8, y 9 de mayo, a las 8 p. m., y el domingo 10, a las 6 p. m., en el Teatro de la Danza.
“Es una compañía de bailarines profesionales, pero también queremos ser una plataforma para que crezcan y se desarrollen”, explica el director de la CND, Adrián Figueroa. “A nosotros nos beneficia y satisface, porque estamos creanod semillas y haciendo que broten dentro de la CND”, añade.
El boleto vale ¢5.000 en general, y ¢2.500 para estudiantes y ciudadanos de oro. Hoy, jueves, la entrada es dos por uno. El teléfono para reservar es 2256-4838.
Agua. Las tres obras coreográficas estrenadas serán: En la pared del fondo, de Alexánder Solano; Piscis, de Laura Murillo, y Fórmula sensible, de Mario Vircha.
“Mi coreografía trata sobre los miedos existenciales del ser humano. El ser humano trae sus miedos desde la prehistoria y han ido cambiando a través del tiempo conforme la historia ha ido cambiando también”, describe Solano.
En una escenografía de gran escala, inspirada en el cuento Casa tomada, de Julio Cortázar, sus personajes buscan comprender la historia de sus miedos y trazar los vínculos entre lo tangible y las invenciones de sus mentes. “Todos estos recuerdos no son gratos y los mantenemos sin liberarnos de ellos”, agrega.
Las otras dos coreografías coinciden en su interés por el agua, los efectos del ambiente sobre ella y su importancia dentro del cuerpo humano.
“ Piscis está inspirada en la investigación sobre el cambio en las moléculas del agua y la vibración que afecta en ellas; eso nos afecta. Algunas veces, estamos conscientes y, en otras, la mayoría, creo que no”, dice Murillo.
La coreógrafa asegura que lleva tres años trabajando en la obra, por lo que agradece el espacio. “No solo bailamos; somos mentes creadoras”, afirma.
Mario Vircha también se inspiró en las imágenes del agua alterada por el ambiente y popularizadas por el escritor japonés Masaru Emoto. “Partiendo del principio de que el ser humano está compuesto principalmente por agua, Emoto decía que estos estímulos nos afectan a nosotros y a toda la materia orgánica”, explica Vircha.
En su obra, al igual que en En la pared del fondo , participa todo el elenco de la CND.
Dos de las obras se incluirán en el programa de la compañía para su gira en la zona sur, entre el 19 y 24 de mayo, cuando visite Buenos Aires, Palmar Norte, Ciudad Cortés, Río Claro y Uvita.