Claudio Corrales Quesada lccorrales@gmail.com
El Copero o Vendedor de granizados es una ilustración digital de formato variable estampada a dos tintas en un proceso de impresión llamado “litografía”. Forma parte del proyecto editorial Iden-Tica , que documenta el rescate de la gráfica popular costarricense. Copero es un cartel inserto en la tercera edición de esa revista. Lo realicé en el 2014 y se exhibió en octubre del mismo año en la IV Bienal Iberoamericana de Diseño Imaginación colectiva , en Madrid, España.
Empleé la técnica de utilización de herramientas digitales a partir del dibujo manual. Casi todas las ilustraciones que realizo con esta estética, pasan por el mismo proceso. El lápiz y el papel me dan la base para la creación de la idea.
La digitalización me facilita la creación de soluciones estéticas para escoger la combinación adecuada a la forma, el color y la composición que mejor representan el mensaje que deseo dar con las imágenes.
Desarrollé manualmente los elementos gráficos de relleno, así como la creación del personaje central y las tipografías. Luego vectoricé todo en una computadora. El siguiente paso fue la colorización digital. Me agrada inspirarme en las paredes de las calles llenas de color y valores tonales: me sirven de “musas”.
Me planteo el reto de utilizar gamas cromáticas reducidas en las cuales se genera un tercer color por la superposición de colores. El resultado es una gráfica cromáticamente armoniosa.
Este estilo de ilustración me permite explorar el poder de la palabra como ingrediente visual por medio del uso de tipografía manual. Los elementos gráficos –combinados con los personajes– otorgan una vibración representativa del disfrute de las calles, el lenguaje y la cultura que solo se vive en Latinoamérica.
Mediante Copero deseé plasmar mis recuerdos de niñez y transportarme a unos viajes familiares con rumbo a la calurosa provincia de Puntarenas. Después de jugar con las olas, yo esperaba deseoso el momento de caminar por el paseo de los turistas hasta llegar a uno de los muchos carritos de “copos” que se encuentran en la acera debajo de los árboles de almendro, y así aplacar mi calor con un delicioso granizado con sirope y tres leches.
Dicen que la vida se mide en ratos felices, y esto se reflejaba al sentarme frente al mar con una de esas delicias frías en mis manos. Este recuerdo lo puedo contar en mi lista de vida como felicidad extrema.
Yo practico el diseño gráfico , la ilustración y la pintura en diferentes medios. Esta ilustración expresa mi interés por la representación de la cotidianidad en la cual vivo.
El entendimiento de mi contexto –primero como costarricense y después como latinoamericano– me ha despertado la búsqueda por un imaginario más cercano a la gente y a la forma de comunicar mis ideas como creador visual.