Una historia entretenida, contada por un grupo de mendigos que ocupan un teatro abandonado, y que se convirtió en un clásico del teatro del siglo pasado es la más reciente producción de la Compañía Nacional de Teatro (CNT). Es
La puesta en escena, dirigida por Juan Fernando Cerdas, no se queda solo en la diversión, ya que expone elementos de una sociedad deteriorada, con figuras de poder corruptas y que se aprovechan de los desprotegidos, elementos que pretenden poner a reflexionar a los espectadores.
Adicionalmente es una obra que se sigue representando con éxito alrededor del mundo. Para el director, este es un montaje que enriquecerá el acervo cultural del público teatral costarricense.
En la obra de Brecht, los actores, además de interpretar sus papeles, cantan y bailan a lo largo de casi dos horas. Las canciones que interpretan ayudan a contar la historia de cada personaje. La música fue compuesta por el también alemán Kurt Weill.
Además de la crítica social existente en la obra, el montaje se mofa de la ópera italiana, lo cual se refleja en escenas, como en la ópera. También hay arias, dúos y ensambles.
En sus recorridos por la ciudad, Navaja conoce a Polly Peachum (Adriana Víquez), que es la hija de Jonathan Peachum (Gerardo Arce), un viejo negociante que organizó a los mendigos en una empresa.
Molesto por ver que su hija está por caer en las garras del más temido delincuente, Jonathan Peachum trama, junto a su esposa Celia (María Chaves), la forma de hacer que Mackie sea atrapado por la justicia y colgado en el patíbulo por sus crímenes.
Los Peachum no contaban, sin embargo, con que el criminal es íntimo amigo del jefe de la policía (Carlos Alvarado), quien siempre lo ayuda y lo salva.
No obstante, la suerte del Navaja cambia cuando sus descarados vínculos amorosos con otras mujeres se vuelven en su contra.
Al final y con la soga al cuello, Mackie se da cuenta que ni todo su dinero –mal ganado, desde luego– lo salvará, por lo cual se resigna a morir ahorcado.
“Mi idea es la de un teatro no realista, el lugar donde represento
Es por ello que, en algunos momentos, el elenco sale con vestuario que remite a la primera mitad del siglo XX, pero también se presentan otros guiños que remiten al público al presente, como el uso de celular, o a lo que vendrá –ropa de policías un poco futuristas–. Todo esto borra cualquier posibilidad de determinar una década específica.
El espectador verá la acción desarrollarse en cinco espacios: una tienda, un establo, un prostíbulo, la cárcel y las calles. Para construir estos escenarios, el director emplea recursos que sugieren un lugar, como una cama, unas rejas o unas mesas.
El director también partió de la idea de Brecht de hacer un teatro que entretenga, pero que también sea productivo, que genere reflexión.
De esa propuesta del autor alemán es que surgen críticas a la alianza entre los corruptos, como la que hay entre Mackie y el jefe de la policía, conocido como
“La obra se pone del lado de los desprotegidos y marginados y dice cosas claras (...) No me propongo transmitir una idea como lo hace un publicista, aquí se plantean las críticas a partir de los elementos que integran la obra”, añadió Cerdas.
Además de los mencionados al hablar de algunos personajes, completan la lista de actores Eduardo Carrillo, Erick Córdoba, Raúl Arias, Erick Israel Gómez, Rodrigo Alvarado, Luisa Echandi, Rosibel Carvajal, Andrea Oriza, Grace López, Marcela Chavarría, Amanda Rodríguez, Vera Patricia Acuña y Bernardo Barquero.
La obra exige a quien la monte que la música se ejecute en vivo. Por ello, bajo la dirección de Carlos Castro, se conformó una orquesta integrada por Gabriela Calderón, Óscar Valverde, Gabriel Sánchez, Ivannia Morales, Andrés Camacho, Carol Barboza, Marianelly Rodríguez, Marcos Arias, Fabián Sanabria, Isaac Granados, Adolfo Masís, Luis Herrera y Denis Arce. Todos ellos son miembros de la Orquesta Sinfónica Juvenil.
Para ayudar a los actores a cantar y bailar de manera convincente, el montaje contó con la ayuda de Keren Rodríguez como entrenadora vocal y de Ericka Mata, como coreógrafa.
También participan Ana María Barrionuevo, diseñadora del vestuario; Fernando Castro, escenografía; Emilio Aguilar, diseñador de la iluminación; Manuel
Esta producción ganó el Concurso de Puesta en Escena 2009 de la CNT, No obstante, hasta ahora llega a las tablas, debido a varios cambios en su fecha de estreno y varios problemas.
Con esta obra, la Compañía Nacional de Teatro toma posesión de su sede, que incluye al Teatro de La Aduana, una novedosa sala de 540 metros cuadrados que posee un sistema que evita el ingreso de ruidos del exterior y que tiene nuevas butacas.
También son parte de la sede las nuevas oficinas administrativas de la compañía. Toda esta infraestructura forma parte del recién inaugurado Centro para las Artes y la Tecnología La Aduana, en barrio Escalante, ubicado en la antigua Aduana.