París (Redacción). La presidenta de la Republica, Laura Chinchilla está en este momento en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y pide que ese órgano acelere la declaratoria de patrimonio mundial para las esferas de piedra del Diquís. (Pacífico Sur)
La mandataria está reunida con la secretaria de la Unesco, Irina Bakova, y la acompañan en la gestión el escultor costarricenses Jorge Jiménez Deredia y el embajador en Unesco, Jaques Sagot.
Desde hace varios años un grupo de expertos liderados por el arquéologo del Museo Nacional, Francisco Corrales, trabaja en la formulación de un expediente para conseguir la canditatura de las esferas precolombinas a la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.
El expediente es un requisito necesario para la psotulación de estas emblemáticas piezas patrimoniales.
Según confirmó Sagot a La Nación , en esa reunión discutirá única y exclusivamente el tema de las esferas.
“La visita de la presidenta Chinchilla a la secretaria de la Unesco es una aproximación política que, indudablemente, ayudará a consolidar el proyecto. Sin embargo, es fundamental aclarar que el éxito de esta gestión no queda con ello garantizado. En última instancia, dependerá de la forma en que el expediente de las esferas sea llevado en Costa Rica, de los especialistas, los arqueólogos designados para esta misión, del Museo Nacional. Es un trabajo que debe hacerse en y desde Costa Rica”.
Sagot destacó que el proceso es lento y muy riguroso pues una candidatura no se desgina de la noche a la mañana. “Nos sentimos muy optimistas con los resultados de esta reunión, pero comprendemos que si al caso no se le da el seguimiento necesario en Costa Rica -elaboración de un expediente impecable, postulación de una candidatura que respete todos los delicados criterios de pureza arqueológica que la Unesco solicita- el proceso podría aún demorarse,” declaró Sagot.
En marzo del 2010 una delegación de la Unesco inetgrada por nueve especialistas en diversas disciplinas visitó los sitios arqueológicos ubicados en el cantón de Osa, en Puntarenas.
En esa oportunidad, la jefa de la Unidad de América Latina del Centro del Patrimonio Mundial de la Unesco, Nuria Sanz, explicó a La Nación los requisitos para que un sitio sea declarado patrimonio mundial.
“Lo que necesita el Comité de Patrimonio Mundial, constituido por 186 países en el mundo, es tener la seguridad de la investigación científica detrás del bien y de los argumentos que sustentan su valor universal excepcional. Pero el bien debe ser representativo y, además, adecuadamente preservado y conservado para las generaciones futuras”.
El arqueólogo Francisco Corrales confirmó que el expediente está muy avanzado, pero aun faltan algunos procedimientos.
Colaboró la periodista Andrea Solano.