Alexander Alvarado explora el disfrute del amor en su arte

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Esta ilustración digital se titula Abril. La ejecuté para utilizarla como portada de un poemario –también de mi autoría– que está en proceso de edición. Como en el libro, la temática se enmarca dentro de la afinidad de los arquetipos de la virgen y de la primavera, como escenario del disfrute del amor: el goce del “amor frutal”, inocentemente furtivo y alevosamente desenfadado. Es el fruto de la inercia de la pulsación humana del “eros”. A la figura femenina la acompañan una manzana y una aureola de frutas. Podríamos decir que estamos en el momento previo a la consumación del pecado original según se narra en los textos bíblicos: Eva desobedece la orden de no consumir la fruta prohibida del paraíso.

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En lo que respecta a la ejecución, tomé como referencia una fotografía seleccionada dentro de varias de una sesión que realicé. A partir de aquella foto, empecé con el coloreado de la figura de manera digital. Apliqué luego un tratamiento casi monocromático, y una paleta reducida a tonos naranjas, ocres y rojos, buscando dotar de calidez y acentuar la sensualidad de la imagen. Luego incluí varios elementos alusivos al concepto primario de la obra.

Pueden encontrarse varias obras alusivas al tema, como Pecado original (Tintoretto, 1552) y Adán y Eva (Lucas Cranach, 1528). Sin embargo, no creo que pueda hablarse aquí de influencia artística; más bien, ha ocurrido una coincidencia de temas.

Entre los artistas que admiro están Marc Chagall por su lirismo, su paleta contrastada y sus vaporosos espacios oníricos, y el Bosco por su propuesta tan atípica para su época y sus juegos con el absurdo y la dicotomía de la belleza a partir de la fealdad.

Me atraen las propuestas hiperrealistas por la dedicación técnica. La llamada poesía visual también me interesa, sobre todo en la fotografía de artistas como Chema Madoz. Asimismo, admiro las ilustraciones líricas o de denuncia social, además del arte grafitero con mensaje y bien ejecutado.

Me gustan las obras que incorporan objetos con un carácter simbólico sugerido, como pueden ser una calavera y un reloj en los cuadros de “vanitas” (vanidad), por mencionar un ejemplo. Dichos elementos son muy valiosos para decodificar y dan soporte a la conceptualización de la obra. De hecho, hay un poco de eso en esta ilustración con la presencia de los objetos previamente mencionados.

Por ahora no tengo ningún otro trabajo similar, pero ya planeo una serie de ilustraciones que exploren diferentes arquetipos femeninos, utilizando ambientación y simbolismos que refuercen su propio lenguaje visual metafórico y sugerente.