EscucharEl 21 de diciembre del 2012 es la fecha de la discordia para los que creen ciegamente que el mundo llegará a su fin ese día y los escépticos que se resisten a creer tal profecía atribuida a los mayas.
Pero para un grupo de escritores costarricenses estas polémicas premoniciones fueron el combustible que impulsó su imaginación y puso a correr su pluma.
El libro El fin del mundo reúne 18 cuentos “apocalípticos” con diferentes versiones sobre ese catastrófico y enigmático momento.
Publicada por la editorial Clubdelibros, esta antología invita al lector a entretenerse y ¿por qué no? hasta reírse en donde otros se mueren del miedo.
“Queríamos motivar a la lectura, especialmente entre los jóvenes, con un tema llamativo, de moda y capaz de hacer volar nuestra imaginación. Pero además el libro ofrece textos de buena calidad escritos por autores costarricenses consolidados así como nuevo talentos”, explicó la directora de Clubdelibros, Evelyn Ugalde.
Iván Molina Jiménez, Rafael Ángel Herra, Alexánder Obando, Rodrigo Soto, Marcela Solano, Fabián Porras, Rebecca Demes y Antonio Chamu, son algunos de los escritores que llevan a los lectores por los vericuetos del “apocalipsis” para despertar en ellos los sentimientos más dispares, como terror, impotencia, júbilo, miedo, ironía, reflexión, asco, asombro y regocijo. Y es que las visiones “apocalípticas” son tan variadas como personales.
Para escribir su cuento “Sangre muerta”, Sergio Arroyo se inspiró en un accidente que sufrió el año pasado y lo mantuvo varios días incapacitado. En el relato “Un día de mi vida”, Marcela Solano cuenta la historia de Enrique, un niño que vive solamente con su papá en un lugar invadido por la radiación y donde solo se puede sobrevivir con un tanque de oxígeno.
El cuento “La visión” de Juan Carlos Saravia sitúa el fin del mundo en medio de un gran sunami y “Venganza” de Antonio Chamu reta a sus personajes a reaccionar ante una epidemia fuera de control.
El libro está a la venta en la Librería la Universidad de Costa Rica, Montes de Oca. Cuesta ¢5.700.
