Si es cierto que cada auto refleja la personalidad de su dueño, sería ridículo ver a Batman a bordo del Mini Morris de Mr. Bean... ¡jamás!
Necesita un diseño que inspire garbo y respeto, un potente motor, una línea aerodinámica y, por supuesto, que sea negro. Sus creadores lo tienen claro.
Quien no recuerde a Adam West y a Burt Ward conduciendo el Lincoln Futura en la primera serie televisiva de Batman, no tuvo infancia. El convertible año 1955 hizo que el batimóvil saltara a la fama.
El Lincoln Futura fue creado por Ford Motors y fue personalizado por George Barris, conocido como el Rey de los Modificadores. Este amante de la extravagancia compró el carro –de 5,8 metros de largo– por $1 en un depósito de chatarra y lo mantuvo entre su colección personal hasta que recibió la solicitud de los estudios ABC.
Hace año y medio, el auto original de la serie fue comprado en una subasta en Estados Unidos por $4,6 millones, por un admirador de Batman y Robin desde que era niño.
Pero el Lincoln Futura no fue el primer auto propiedad del magnate Bruce Wayne. En el debut de Batman en los cómics, hubo un coupé rojo sin aparentes modificaciones.
El término “batimóvil” fue acuñado en los Detective Comics de 1941, cuando un Cord convertible año 1936 derrochó opulencia por las calles de Ciudad Gótica.
Este diseño, incorporado por el escritor y dibujante Bob Kane, dista mucho de sus sucesores. De hecho, es el único de color rojo. Excepto por el emblema colocado sobre la parrilla frontal, no tenía ningún distintivo del Hombre Murciélago.
En 1944, el vehículo fue cambiado por un Studebaker mucho más llamativo, con la cabeza de un murciélago en la trompa y un ala en la parte trasera. La idea se mantuvo para el Cadillac de 1950 y el Chrysler 300 de 1958.
Batman , la serie de Adam West, impuso la utilización de aletas laterales y la sustitución de modelos clásicos por deportivos. Así desfilaron entre las páginas de los cómics dos Jaguar, dos Chevrolet Corvette, un Mustang, un Porsche y un Ligier JS2.
El carro del guardián de Gótica va más allá de la línea. “El batimóvil está preparado para mucho más que cumplir con su función primaria. Está provisto de una larga lista de complementos adicionales que lo convierten en una auténtica navaja suiza sobre ruedas”, destaca el suplemento Superhéroes: figuras de colección , de DC Comics.
“El equipamiento incluye anclas propulsadas por gas, cuchillas metálicas incorporadas en el parachoques, un equipo completo de comunicaciones y artefactos que lanzan chorros de aceite y abrojos antineumáticos”, detalla.
Modernos y furiosos. Los filmes Batman y Batman Returns marcaron un cambio de era para los batimóviles. Como era de esperar, el director Tim Burton impuso su estética.
Creado a partir de dos chasises de Chevrolet Impala y el motor de un Chevy V8, incorpora un arsenal a la carrocería y deja atrás los artilugios menos belicosos.
Los Tumbler aparecieron en la saga El Caballero de la Noche , del cineasta Christopher Nolan. “Su objetivo principal era hacer este Batmóvil lo más real posible: con 2,7 metros de ancho y 4,5 de largo, el coche pesaba 2,5 toneladas, pero aun así era capaz de alcanzar las 96,6 km/h en menos de seis segundos, con una velocidad máxima de 177 km/h”, detalla el sitio web The History of the Batmobile .
El 13 de mayo, Zack Snyder, director de la nueva película de Superman vs. Batman, puso su cuenta de Twitter una fotografía en la que reveló su versión del Batimóvil. Aunque guarda semejanzas con el de Nolan, la carrocería es la de los diseños clásicos de Batman.