Redacción
U no se acerca a Rosado furia como un explorador que desea descifrar una vida. Susan Tan no sabe a dónde ir. Confundida, en una nube de alcohol, bella y compleja: así la vemos y así intenta seguir siendo. En el primer largometraje de Nicolás Pacheco (61 minutos) , la desorientación es el camino.
Precedida por la conquista de cinco premios principales en el Festival Internacional de Cine Paz con la Tierra , Rosado furia se estrenará este viernes en el josefino Cine Magaly. Las funciones de este estreno limitado se extenderán hasta el lunes.
Serán este viernes a las 3 p. m. y a las 8:40 p. m. (conversatorio con el equipo de producción tras esta función). El sábado, las funciones serán a las 3:45 p. m. (con conversatorio) y a las 7:45 p. m. El domingo, será a las 8:30 p. m. y el domingo, a las 5:10 p. m.
La película, también el primer largometraje de Bisonte Producciones , fue realizado en Singapur y el diálogo es en inglés. Pacheco cursó una maestría en el país asiático por cinco años, en la Escuela de Artes Tisch (Asia) de la Universidad de Nueva York (NYU).
Allí, Pacheco encontró temas comunes a jóvenes de Costa Rica y a Singapur. “Yo recuerdo que, cuando tenía 25 años, decía: ‘Cuando mi tata tenía 25 años, ya tenía una casa, dos hijos, la carrera...’. ¿Qué significa eso para mi generación?”, dice el cineasta.
En la historia de Sue (interpretada por Esther Low), Rosado furia narra la desorientación y la crisis ; el vacío y la duda. Ella es una cosmetóloga que se queda sin empleo y siente que la aborda la tristeza. Se acerca a viejas amistades y prueba con nuevos contactos. Se autodestruye.
Construcción. Para arribar a este punto, el estreno tico del filme tomó varios años desde que Pacheco se lo planteara como proyecto de graduación de NYU. Para empezar, requirió atreverse.
“Por un lado, yo sentía que le habíamos tenido demasiado miedo, demasiado respeto a esa figura del largometraje”, explica. “Era algo que me interesaba hacer más que esperar seis años antes de recibir el dinero. Cuando empezamos a desarrollar la historia, había tantos caminos por dónde irse que quisimos darle esa forma”, dice.
La idea nació en el 2008, pero fue dos años más tarde cuando empezó la planificación. En mayo del 2011, llegó la hora de grabar con todo el equipo en Singapur y las locaciones y actores listos. “Cuando estábamos en la preparación y discusiones con la directora de fotografía, había un montón de cosas de la peli que tenía mucho sentido de estructura, narraba una historia de principio a fin, pero le faltaba esa crudeza que era la gracia de la película. A una semana de grabar, cerramos el proyecto. Volvimos a escribir. Funcionaba bien, pero le faltaba el alma”, recuerda el realizador.
La descomposición de la vida de Sue se refuerza en el relato con la música de Esteban Mora (del proyecto Bloqueos ) y la edición de Ariel Escalante , por ejemplo.
“Queríamos reflejar esa energía de que uno comete un montón de errores; uno está tomando un montón de decisiones y no siempre son las correctas. Eso uno lo lleva en ciclos, en vicios y es un poco más errático que una cuestión lineal, un final feliz o trágico...”, considera Pacheco.
Así, hasta fines del 2011 comenzó la filmación en el sitio. Para Laura Ávila-Tacsan, era la primera vez que un proyecto se desarrollaba a distancia, pues ella residía en Los Ángeles.
Desafíos. Aunque la mayoría del equipo era de la universidad, requerían sufragar algunos gastos del proyecto . “Para nosotros fue clave hacer el crowdfunding a través de IndieGogo , que lanzamos en el 2010”, explica la productora.
Como era el primer proyecto de esta envergadura para la mayoría de sus participantes, les dio la oportunidad de explorar métodos distintos de producción.
Con la directora de fotografía, Alexa Caravia, el realizador probó si las tomas planeadas funcionaban, grabando en el sitio antes de llevar a los intérpretes.
El resultado es una cámara que busca la intimidad: contar una vida desde su pulso –casi como voyeurista –. “Es mi parte favorita: la coreografía entre los actores y la cámara. Lo que me encantó de este estilo de dirección de fotografía es que siempre está con el actor, lo está siguiendo en todas sus acciones y todos sus movimientos”, dice Caravia.
La actriz, Esther Low, coincide en que el filme se siente como ver la historia de Sue desde una ventana. “No puedes elegir solo una parte. Es un filme que debe ser consumido por completo para ser apreciado”, indicó en una entrevista facilitad por la producción.
Una vez filmada la historia de Rosado furia , la producción encontró el reto de lograr concluirla. “Como era nuestro primer largometraje, no pensábamos tanto en la posproducción”, señala Laura Ávila. “No teníamos los fondos y, a la hora de buscar apoyo, teníamos este conflicto de que aunque el equipo creativo era tico, la película era en inglés y el personal de Singapur”.
La mayoría de fondos disponibles para realizadores ticos exigen que la mayor parte del equipo creativo sea local o de Iberoamérica. Por ello, para Rosado furia se echó mano de los contactos y amistades de Bisonte. Pacheco estima que el valor final de la producción rondaría $90.000.
En su paso por el Festival Internacional de Cine, si bien fue premiada, también alimentó un debate sobre su calidad. “Hay mucha gente a la que la peli no le gusta o no le parece que funcione, pero hay otras personas que se acercan y dicen: ‘Me sentí como ella’. Que se discuta sobre la peli me parece genial. Lo peor sería que no se hablara de ella”, que pasara desapercibida. La audiencia se va encontrando, pero encontramos una brecha generacional en las críticas sobre forma y contenido”, considera el realizador.
La producción se concentrará en este lanzamiento limitado para explorar de cuáles otras formas pueden hacer llegar la historia a las audiencias. Para Laura Ávila, el principal reto podría ser lo difusa que resulta la nacionalidad del proyecto. “Ahora nos toca pensar, para el otro año, cómo hacer una ruta de festivales“. Hay festivales latinoamericanos donde van a tener esta duda”, dice.
Por el momento, Pacheco ya piensa en su próximo filme: una historia sobre otra mujer, pero filmada en Costa Rica.