Este es el futuro: tierra ilimitada, mansiones, botellas gigantes de vodka, piedras preciosas con el valor de una joya cualquiera. La promesa de la comedia Pequeña gran vida –en inglés Downsizing– es que "menos es más" cuando uno mide poco alrededor de 10 centímetros y el resto del mundo se ha quedado igual.
A partir de este jueves, la cinta protagonizada por Matt Damon estará disponible en la mayoría de cines del país.
Damon interpreta a Paul, la mitad de un matrimonio que considera a opción de encoger su tamaño para así aprovechar la equivalencia de sus ahorros. La comunidad de Leisureland –que inglés significa "tierra del ocio"– los seduce con la fantasía de un mundo más amplio y sin las presiones del mundo de talla regular.
Su esposa Audrey (Kristen Wiig), sin embargo, se arrepiente a último minuto y lo deja extraviado en una utopía tan asfixiante como la vida que querían dejar atrás.
El director de Pequeña gran vida es el cineasta estadounidense Alexander Payne, reconocido por sus historias satíricas sobre familias estadounidenses como la comedia drama The Descendants (2011) con la cual ganó el Oscar al mejor guion adaptado; y Nebraska (2013), nominada para seis premios Oscar.
"Cuando Jim Taylor y yo empezamos a imaginar este guion, hace 10 años, teníamos la idea clara de hacer un filme político, no de forma literal ni directa. Queríamos una metáfora que nos permitiera abrir las puertas hacia horribles elementos que están ocurriendo en nuestra sociedad contemporánea", explicó Payne al periódico británico The Guardian.
"La película toma una premisa muy ridícula y la trata con sinceridad. Esa es la ridiculez de la película", dijo también.
Críticas mixtas
Pequeña gran vida ha enfrentado una oleada de críticas por su personaje secundario, una mujer vietnamita que el personaje principal de la cinta conoce en las condiciones más desfavorables de su nueva vida.
Por su interpretación, la actriz Hong Chau fue nominada a un Globo de Oro a la mejor actriz secundaria. El fuerte acento de su personaje y la relación con el personaje de Damon han causado comentarios sobre la delgada línea entre la representación de asiáticos y el racismo en su caracterización.
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Chau fue entrevistada al respecto por varios medios de comunicación y ha defendido la integridad de su papel.
"Creo que muchos actores de color dicen que es una cosa maravillosa interpretar un rol que no tiene raza, que está abierto a cualquier interpretación. Yo lo entiendo completamente pero, al mismo tiempo, quiero personajes asiáticos que estén bien escritos. Amo personajes que estén escritos con mucha especificidad", dijo la actriz a Indiewire.
Alexander Payne también ha respondido preguntas sobre la caracterización del personaje de Chau y el del austriaco Christoph Waltz como un fiestero serbio con dudosa ética (Dusan Mirkovic).
"He leído algunas cosas que dicen que son estereotipos. Pero no he visto un personaje como el de Chau en otras películas. Ella habla como alguien que no ha tenido lecciones de inglés y Chau asegura que así es como hablan sus padres. Es el personaje que más tiene profundidad en la cinta porque fue creada para tener mucha ternura. Siento mucho que se sientan incómodos con ella", dijo Payne a The Guardian.
Por otro lado, las críticas positivas hablan sobre las cualidades humanas de la cinta de Payne.
El crítico de Hollywood Reporter, Todd McCarthy, elogió la forma consistente en la que el guion de Payne y Jim Taylor "imprime humor cuando sea posible, lo cual mantiene la historia humana vibrante y bien ubicada en el espacio técnico y futurístico con el que trabajan".