La exploración sexual de una chica con parálisis cerebral es el tema medular de Margarita with the Straw (2014), filme que con su conmovedor e intenso drama dejará una profunda huella en el Costa Rica Festival Internacional de Cine.
Dirigido por Shonali Bose y Nilesh Maniyar, la cinta que se presenta hoy en el cine Magaly, se aleja del esquema bollywoodense y rompe el imaginario fílmico que el mundo tiene sobre los filmes hechos en India.
Se aparta de “las estupideces de Bollywood”, como define Nilesh al cine de los bailes, colores y comedias románticas.
¿En sus palabras de qué trata Margarita with the Straw ?
Shonali: Es una película que fue inspirada por mi hermana, que tiene parálisis cerebral. Ella me preguntó una vez: ‘¿porqué debo yo estar privada de mi sexualidad?’ De eso trata la cinta: de una adolescente y de sus necesidades sexuales.
La actriz Kalki Koechlin no tiene parálisis cerebral, sin embargo su actuación es soberbia. ¿Cómo fue el proceso para transformarla en ese personaje?
Shonali: Al principio nuestro objetivo era encontrar una actriz con parálisis cerebral, pero no pudimos encontrarla. Vimos a Kalki y le dije que si tan solo podía dar el 10% de lo que se requería y se comprometía a trabajar de cuatro a seis meses dedicada en exclusiva a esta producción, se podía quedar con el papel.
¿Qué implicó el trabajo de esos cuatro meses?
Shonali: Con la actriz hicimos diferentes tipos de entrenamiento, tales como terapia física para explicarle cómo es que funcionan los músculos y la lengua de una persona con parálisis cerebral.
Además, le enseñamos que a las personas con parálisis cerebral se les va el aliento y respiran de una forma muy particular. Otra parte del entrenamiento fue que pasara las 24 horas del día con mi hermana, con la idea de que pudiera ver el mundo como la ve una persona así.
¿Cuánto en el guion hay de la historia de vida de su hermana?
Shonali: No es la vida de mi hermana. Ella solo inspiró la historia. De hecho ella estudió en Londres y nunca tuvo una relación con nadie. No le sucedió.
“Yo me debatí entre quedarme con la historia clásica de una persona con discapacidad que no encuentra el amor o filmar la de algunos otros que sí se casaron y formaron familias. Al final, decidí quedarme con la segunda.
¿Qué le pareció la película a su hermana y como la tomó la comunidad de personas que tienen la misma condición en la India?
Shonali: Mi hermana amó el filme. Lloraba de felicidad cada vez que leía el guion. Además, a otras personas con discapacidad también les gustó, porque se ven reflejados como seres que no merecen lástima.
“Una de mis preocupaciones era que a las familias y maestros de estos chicos les gustara, y por dicha sí les gustó”.
Para hacer este filme, ¿cuál fue la principal dificultad que tuvieron que enfrentar?
Nilesh: Hubo muchas. La primera fue que la productora nos quitó la mitad del financiamiento al leer que incluímos la bisexualdad como un tema del guion.
“Entonces, tuvimos que recurrir a nuevos financiamientos y fueron nuestras familias las que terminaron de financiar el proyecto; pero la mayor dificultad fue que Shonali perdió a su hijo de 16 años durante el rodaje y esa sensación de pérdida la afectó; de hecho se ve reflejada en el guion... Fue muy duro.
Shonali: Hubo momentos en que se tenía que grabar en un hospital y eso me traía recuerdos. Lloraba y gritaba. Me hizo pensar que debía ser profesional, pero tampoco separar la cinta de mis emociones.
Por lo general, de India, lo único que se conoce son los típicos filmes de Bollywood . ¿Cómo fue romper este paradigma?
Shonali: Al principio los productores pensaron que la cinta solo iba a estar una semana en cines. Al final estuvo cinco semanas y a la gente le encantó. Demostró que el público en India está abierto a otro tipo cine.
En India, ¿qué porcentaje de dramas de este tipo se hacen?
Nilesh: Un 1%. De 1000 filmes al año, solo 10 son como estos.
Consideran que el éxito del filme ayudará a que la India apueste por más producciones así?
Nilesh: Claro, porque no solo triunfó en la India sino a nivel internacional y eso pocos filmes de Bollywood lo logran. Además, se dieron cuenta de que se pueden hacer grandes cosas con un presupuesto mucho más bajo que el que se invierte en un filme de Bollywood.
Cómo directores, ¿cuáles fueron sus mayores aprendizajes?
Shonali: Hubo tantos: conseguir la actriz adecuada, rodar la escena gay, lo de filmar parte de la cinta en el extranjero. En fin, para mi esta cinta fue pasar del kinder hasta la universidad.
Nilesh: Aprendí que debemos hacer esfuerzos mayores para que el mundo conozca que en India no solo se hacen las estupideces de Bollywood. Nosotros hacerlas y que la gente haga un esfuerzo por encontrarlas.