Entre la fina línea de la ficción y los datos históricos, el sétimo arte se las ha ingeniado para saltar los muros del Vaticano y así contar una serie de relatos bastante incómodos para la feligresía católica mundial.
La renuncia del Benedicto XVI y la elección de Francisco como su sucesor fueron la oportunidad perfecta para que algunos filmes polémicos salieran del olvido.
Tal es el caso de Habemus Papam (2011) , película que adquirió mayor fama en este 2013, al ser considerada un vaticinio de lo que sucedería con Benedicto XVI: un Papa que no se sintió capacitado para ejercer el cargo y renunció.
También generaron polémica Ángeles y demonios , La papisa Juana , Amén y El Papa debe morir .
A las pantallas han llegado cerca de 30 películas con el Papa como protagonista. Algunas de las más famosas son Las sandalias del pescador (1968), protagonizada por Anthony Quinn; Saving Grace (1985) y La agonía y el éxtasis (1965).
Los Pontífices también fueron el eje de películas como El cónclave (2006), El Padrino III (1990), El baño del Papa (2007), Juan Pablo II (2005), Los Borgia (2006), El milagro del Papa (2006), El Santo Padre y la gloria (1987), Gone with the Pope (2010), Escarlata y negro (1983), Pastor Angelus (1982), Muerte en el Vaticano (1981), Cónclave secreto (1952), Juan Pablo I, la sonrisa de Dios (1986), El Cardenal (1963), Papa Juan (2002), El Papa bueno (2003), Pablo VI: un Papa en la tempestad (2008) y Pío XII, bajo el cielo de Roma (2010).
La controversia no siempre es un obstáculo y puede ser el as bajo la manga para catapulsarse al centro de la opinión pública. Los ataques generan publicidad gratuita y, por efecto dominó, disparan la recaudación taquillera.
El Vaticano aprendió la lección tras su rechazo hacia El código da Vinci y Ángeles y demonios . Estas cintas están basadas en los textos del autor Dan Brown y protagonizadas por Tom Hanks.
Con la experiencia aún fresca, las autoridades eclesiásticas ni siquiera intentaron boicotear la difusión de Habemus Papam , la última sátira sobre la figura papal que recorrió la pantalla grande.
Colaboró Randall Corella.