San José (Redacción)
Tres años después del estreno del musical Begin Again, el director John Carney decidió revelar que trabajar con la protagonista Keira Knightley representó todo un martirio.
"Aprendí que nunca volveré a hacer una película con una supermodelo", aseveró el cineasta durante una entrevista con el diario Independent.
Para Carney, una de las principales dificultades era que la actriz no sabía tocar la guitarra, además de que siempre estaba rodeada por un séquito de asistentes.
"Creo que el problema real era que Keira no era una cantante ni una guitarrista y es muy difícil hacer que la música parezca real si no es con un músico. [...] Lo que tiene Keira es que esconde quien es y no creo que puedas ser actor y hacer eso. [...] No es que odie Hollywood, pero me gusta trabajar con actores curiosos y adecuados, en lugar de estrellas de cine", dijo el cineasta.
Aunque Carney dijo que su intención no era hablar mal de Knightley, mencionó que ella no está preparada para el nivel de honestidad y autocrítica que requiere la interpretación de un determinado papel.
La opinión de Carney difiere de lo expresado por el cineasta David Cronenberg, quien dirigió a Knightley en A Dangerous Method (2011) y que la calificó como una actriz "fantástica" en una entrevista con el sitio Film Comment.
"Necesitó muy pocas tomas. Todos estábamos impresionados. Estaba increíblemente bien preparada. Ella hace estas cosas increíbles, lo que me permite decir que es una de las mejores actrices con las que he trabajado", aseguró.