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Más allá de lo evidente, el Mercado Central de San José es más que un cuadrante donde se vende cualquier cosa. De hecho, se podría decir que es un mundo dentro de otro mundo, en el que seductores personajes y peculiares historias conviven en un fascinante espacio.
Si quiere conocerlo a fondo y meterse en la intimidad de su idiosincrasia, no se pierde la exhibición Hecho en el Mercado Central , muestra de 17 documentales cortos que se realizará hoy y mañana en el Salón de Actos del lugar, ubicado en el segundo piso.
La exhibición es gratuita y se realizará de 6 a 8 p. m.
“Decidimos presentar la muestra en el mismo mercado porque nos pareció que era meritorio y tenía sentido. Será como un agradecimiento a los protagonistas”, dijo Luis Chaves, coordinador de Comunicación y Extensión de la Universidad Véritas.
Los trabajos de la muestra son obra de estudiantes de tercer año de la Universidad Véritas, quienes realizaron las producciones para cursos relacionados con la realización de documentales.
“Son trabajos que se hicieron el semestre pasado. Primero, los estudiantes visitaron el lugar y, poco a poco, fueron eligiendo personajes y descubriendo historias en el mercado”, agregó Chaves.
Uno de los documentales cortos que formará parte de la muestra es Una herencia familiar , de Natasha Zúniga, quien cuenta la historia de doña Midey Murillo, una vendedora de souvenirs y maletines, quien tiene toda su vida de trabajar allí.
“Este trabajo relata cómo doña Midey pasó de la niñez a la adultez en el Mercado Central. Además, de cómo se planteó quedarse allí a pesar de tener otras opciones y el involucramiento de sus hijos en la decisión”, explicó Zúñiga.
El grueso de los 17 cortos, que tienen una duración de 5 a 10 minutos cada uno, muestra un acercamiento real a la intimidad familiar de los personajes, algunos dramas y el redescubrimiento del Mercado Central como parte de la cultura tica.
“Todo el mundo conoce el Mercado Central, el llamado mall de los ticos o el mall de los pobres. Pero, muchas veces, tienen falsas percepciones. Es mucho más que un lugar donde se consigue de todo. Es algo muy nuestro”, agregó Zúñiga.
Otros cortos de la muestra como Un telón más o El mensaje está adentro , describen el Mercado Central como un lugar mágico, donde su vida nocturna es espacio de ensayo para representaciones artísticas o culturales.
Otros trabajos como El gran vicio , de Eduardo Uribe, relata la historia del bar más antiguo del mercado, que con más de 130 años co-existe entre los comercios más tradicionales del lugar.
En el bar conoceremos a su administrador, Willy, quien tiene más de 30 años de laborar allí. Él teme que cierren el lugar, pues una ley amenaza su existencia.
“Yo quería retratar el bar y la historia de Willy, haciendo hincapié en que para mí no se pueden estar cerrando lugares que son patrimonio nuestro”, dijo Uribe.
“Hacer este trabajo fue para mí un abrir los ojos. Uno ve la cultura que hay en estos lugares, que muchas veces pasamos desapercibida. Luego de trabajar en el mercado sé que conozco más de mi país, de su historia”, dijo Uribe.