Tener un pasado que esconder nunca es gratificante, y mucho menos si se tiene la ley a las espaldas lanzando fuertes cuestionamientos y acusaciones.
Este es el drama que envuelve a la película alemana Dos vidas , de los directores Georg Maas y Judith Kaufmann. La cinta recientemente debutó en el Festival de Cine Europeo, pero ahora se mantendrá durante dos semanas en la cartelera regular del cine Magaly y en Nova Cinemas.
Ambientada en los 90, justo cuando el muro de Berlín acaba de caer, este largometraje aborda el destino de las mujeres noruegas que tuvieron relaciones con los soldados alemanes durante la ocupación nazi. Narra, además, cómo vivieron bajo el régimen de la Stasi en la antigua Alemania del Este.
Katrine (Juliane Koehler), creció en Alemania del Este, pero ha vivido en Noruega durante los últimos 20 años. Ella es el fruto de un romance entre una mujer noruega (Liv Ullmann) y un soldado alemán de la Segunda Guerra Mundial.
Ella lleva una vida tranquila junto a su madre, su esposo, su hija y una nieta, pero la paz se rompe cuando un abogado le pide testificar, junto a su madre, en un juicio de Alemania contra Noruega que tiene como propósito repatriar a los llamados “niños de la guerra”.
Aunque Katrine se resiste, poco a poco verá cómo su red de secretos y encubrimientos comienza a revelarse y la lleva a cuestionar qué es más importante: la vida que tienen juntos o la mentira en la que está basada.
Este largometraje está basado en Ice Ages , una novela del autor alemán Hannelore Hippe que, para el momento de la producción, aún no se había publicado. La inspiración surgió luego de que las autoridades descubrieran en la ciudad de Bergen el cadáver de una mujer joven quemado a medias, y las posteriores especulaciones sobre su identidad.
“ Dos vidas es una película absorbente, bien actuada, con tintes moderados de suspenso y misterio, aunque su línea de tiempo es difusa hasta el punto de la impenetrabilidad”, señala una crítica publicada en el diario The New York Times .
El crítico Andew Barker, de la revista Variety , también destaca las actuaciones que construyen este drama familiar que se desarrolla a lo largo de 97 minutos.
Para Barker, resulta impresionante hallar una mirada tan humana dentro de un filme de espionaje, aunque el especialista opina que la estructura es un tanto desgarbada y que tiene un final decepcionante.