He aquí, en cine, un drama con secuencias de comedia, gracias a las cuales se mejora la calidad total del filme. Se trata de un episodio de la vida real donde uno nunca sabe cuánto hay de verdad y cuánto de imaginación creadora en el guion de Lee Hall, dado que este se basa en novela escrita por Shrabani Basu.
El título del filme es denotativo, sin disyunción alguna: Victoria y Abdul, para referirse a la conocida monarca Victoria del Reino Unido y primera emperatriz de la India (1819-1901), quien marcó una época moralista de expansión política llamada victoriana.
La otra parte del título se refiere a Abdul Karim, sirviente musulmán de la reina, traído para ello desde la India. El filme escudriña en la relación afectiva entre el joven y la reina Victoria en su vejez, lo que marcó importantes cambios en la conducta de la soberana.
El problema básico de esta película es que más bien resulta superficial en el tratamiento del tema. Sin un mayor análisis de la época, con rasgos ligeros ante la explotación económica de las grandes potencias sobre sus colonias y con la muestra parcial del carácter de una reina caprichosa, el filme queda debiendo en rigurosidad dramática y más bien se torna repetitivo en la mostración de ciertas situaciones.
Eso no quiere decir que Victoria y Abdul sea filme que no contenga interés alguno, porque sí lo tiene, sobre todo en la mostración del carácter parasitario de la monarquía inglesa, que puede extenderse a cualquier monarquía, atavismo histórico ni siquiera comprensible ahora, si acaso por razón de la frivolidad humana. Igual, el filme es punzante al mostrar los juegos palaciegos por el poder, donde siempre las víctimas son los eslabones más débiles de la cadena.
Esto lo maneja muy bien el director Stephen Frears, quien confirma su habilidad para “construir” las atmósferas de su cine. Esta vez, la música más que la fotografía es imprescindible para lo que pretende decir el filme.
Con todo, el pivote y sostén del suceder narrativo se concentra en la elevada actuación, eximia, de Judi Dench como la reina Victoria, ¡qué capacidad histriónica para resolver con carácter cualquier situación!
Lástima que Ali Fazal sea débil al materializar el diseño de su personaje Abdul en los vericuetos de la aristocracia, como si se le escapara la naturaleza de la película cuando esta es relato cortesano.
Eso sí, Fazal maneja bien los momentos emotivos, esos que nos enfrentan a la necesidad de cariño y de sinceridad de las personas a la vejez, así sea la reina Victoria. Victoria y Abdul es película que le recomendamos; cierto, no es de las mejores películas de su director británico; pero, sin duda, como dice el crítico argentino Rolando Gallego, "Stephen Frears sabe desandar con alegría los pormenores de un vínculo que fue rechazado en su momento".
Victoria y Abdul
Título original: Victoria & Abdul
Reino Unido, 2017
Género: Drama
Dirección: Stephen Frears
Elenco: Judi Dench, Ali Fazal
Duración: 112 minutos
Cine: Nova, Magaly, Cinépolis
Calificación: TRES estrellas ( * * * ) de cinco posibles