Un impecable espectáculo de la moda presentó la diseñadora nacional Cinthia Monge en la pasarela de cierre del Mercedes-Benz Fashion Week San José en su quinta edición. La costarricense se inspiró en los desiertos y galaxias de las películas de Star Wars para crear su última colección, titulada Un desierto estelar.
La noche del sábado ofreció looks en los que predominaron los colores arenosos, nude, ocre, tierra y algunos negros.
Trajes monocromáticos y con interesantes cortes asimétricos, aberturas en piernas y un magistral uso de la seda. Cinthia también impresionó con algunos vestidos y faldas vaporosas, con aplicaciones en dorado y en definitiva nos transportó al desierto, con una propuesta vanguardista y llena de movimiento. Entre los conjuntos monocromáticos destacaron algunos outfits con prints inspirados en lejanas galaxias.
La de Monge fue una propuesta diametralmente opuesta a sus diseños del año pasado, en los que destacaron prints de flores y jugó con combinaciones de amarillo y azul y morado y celeste y también ocre con azul.
Excéntrico
La noche continuó con el último diseñador nacional que desfiló sus atuendos por la pasarela: el excéntrico Rob Chamaeleo. Su colección REDRUM YXES nos dejó boquiabiertos. Principalmente, porque distó mucho de los ya conocidos y esperados trajes completamente negros y algunos destellos en rojo, que caracterizan la marca.
Rosa pálido, verde agua, lila, blanco, rojo, dorado y plateado predominaron en su provocadora colección. Los y las modelos desfilaron al ritmo de un sugestivo videoarte que se proyectó en pantalla en el que podíamos ver caricias, besos y coqueteos entre personas del mismo sexo. Una mezcla de sofisticación y mucho carácter. Además, en sus piezas ofreció referencias de figuras religiosas y piezas de joyería en oro de gran tamaño y excentricidad.
Una apuesta muy avant-garde que tuvo como propósito reflejar los prejuicios de una sociedad sexista a través del humor negro.
Rob innovó con el uso de figuras de las redes sociales como modelos. El maquillista Alex Zorán desfiló en un traje blanco con dorado y unos altísimos tacones rojos. La vocera por los derechos de las personas trans, Victoria Rovira, también fue parte del elenco de modelos.
En el cierre de la pasarela de Chamaeleo, Leonora Jiménez se apoderó de todas las miradas en su faceta de modelo, con un espectacular vestido rojo. La empresaria no había desfilado en las pasarelas de las noches anteriores, como acostumbra hacer en el MBFWSJ, y se guardó para la noche de cierre.
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Kris Goyri abrió la pasarela de los diseñadores internacionales al ritmo de la cumbia. El mexicano se caracteriza por presentar diseños desenfadados, pero sofisticados.
Goyri presentó un tributo a la mujer mexicana y al paradigma cultural que la envuelve. En su pasarela vimos referencias a los charros mexicanos en suits para mujer hechos con terciopelo y bordados cuidadosamente.
En sus prendas se distinguen muchos volantes, lentejuelas y sedas y destacaron hombros descubiertos y texturas asimétricas.
Moda masculina y microcolecciones
Saúl E. Méndez se volvió a hacer presente en el Fashion Week josefino como casa de diseño centroamericano. Esta marca, caracterizada por ser un referente de masculinidad, se mantiene muy vigente.
Este año, ofrecieron su colección Verano 2017, compuesta por piezas en escala de grises y diseños contemporáneos. Parte de las tendencias son camisas largas hasta la media pierna con trajes enteros, para dar un look más osado. También destacaron los coats y blazers de telas gruesas y robustas.
El último desfile nos transportó al Reino Unido: la marca Helen Anthony destaca por su maravillosa capacidad para crear piezas muy similares tanto para hombre como para mujer.
Hubo cuatro microcolecciones en su propuesta: los prints cuadriculados en tonos marrón, gris, azul y negro; los bordados en trajes de colores vibrantes como amarillo, terracota o rojo; las chaquetas de cuero o terciopelo color rojo sangre con mensajes de paz y prints de palomas y con referencias religiosas.
El diseñador es amante de las pinturas del siglo XVIII y presentó trajes con prints con referencias eclesiásticas: iglesias, imágenes de santos y vírgenes impregnaron pantalones y chaquetas con patrones vibrantes y artísticos.