Blogueros, influenciadores, líderes de opinión, figuras públicas o, simplemente, una persona con suficientes seguidores en redes como para ser considerado como tal, son el boom del momento. Estos han llegado incluso a desplazar en captación de publicidad a algunos medios de comunicación tradicionales con su supuesto alcance y efectividad.
¿De dónde sale esta moda en la que personas conocidas prestan su imagen y sus redes para promover y vender desde estuches para celulares, joyería, salones de belleza hasta comidas rápidas y productos de supermercado?
Originalmente, si la memoria no nos falla, fueron los “bloggers” (personas con algún tipo de conocimiento en un tema específico: moda, viajes, comida, etc.) los que escribían una reseña narrada en primera persona sobre su experiencia con tal o cual producto o servicio; así, ofrecían credibilidad y sumaban a la recomendación. Estos eran buscados por las marcas para hacerles llegar sus productos o invitarlos a probar sus servicios con el fin de que escribieran sus experiencias al respecto.
Todo parecía estar bien, ,incluso el hecho de se les pagara por promocionar marcas o eventos, pues ellos realizaban una especie de editorial con contenido interesante y beneficioso para sus seguidores o lectores.
De pronto, los gerentes de mercadeo detectaron a figuras públicas, aquellas que salen en tele o sin ningún otro mérito más que ser bonitos o posar muy sexies en fotos bien producidas y retocadas, que tenían más seguidores que los bloggers y por lo tanto su alcance en lo que en términos de mercadeo se conoce como ‘costo por millar’, era más beneficioso.
Fue así como, entonces, estas figuras públicas empezaron a ser invitadas a cuanto lanzamiento, inauguración o evento hubiera para que hicieran sus posteos ‘diagratis’. De igual manera eran inundados de regalos, invitaciones y productos promocionales con el fin de, una vez más, lograr un posteo y que sus seguidores se percataran de la existencia de la marca.
No podemos detallar en qué instante estos bloggers y figuras públicas pasaron a ser influenciadores. Este es un buen momento para definir el término, que según el Diccionario LID de Marketing Directo e Interactivo los “Influenciadores”, son personas que generan información de productos, servicios o, gracias al fenómeno de las redes sociales, de cualquier tema de actualidad. Regularmente se especializan o hablan de un tema o categoría específica y, por lo general, tienden a interactuar y a participar con otros usuarios compartiendo sus opiniones, pensamientos, ideas o reflexiones.
Visto lo visto, nos damos cuenta que muy, muy pocos de estos influenciadores realmente se han especializado en algún tema o categoría y más bien van de marca en marca, promoviendo lo que esta desea que sus seguidores lean o escuchen. Es decir, se vuelven simples canales de comunicación, sin contenido ni diferenciador.
Ahora todos cobran, tienen tarifas y hasta hay compañías que hacen contrataciones de posteos con comisión. Ya lo dijo públicamente el maquillista Alex Badilla, que él por un labial no iba a hacer un posteo con un valor de $400.
Otro día podríamos hablar de oferta y demanda, ya que hasta los desconocidos del difunto Guerreros quieren su pedazo del pastel del presupuesto de las marcas.
Retomando, he aquí donde, a diferencia de lo que pasa en el resto del mundo, en Costa Rica se avecina su fin... la gente no es tonta y ya sabe que muchas veces estas personas ni siquiera usan los productos o servicios que promocionan; que los textos son dictados, las fotos editadas y que hay una remuneración (lo cual está muy bien) detrás de cada posteo. Todo esto, sin embargo, provoca que indefectiblemente pierdan interés y credibilidad, sin mencionar que de sus miles de seguidores muchos no son reales y otros no son potenciales clientes o compradores.
Hoy, lo que promocionan son hamburguesas; mañana carros de lujo, por un mes es un champú y al mes siguiente es el otro. El mejor salón de belleza es al que van y la mejor ropa es la que visten... pero si cambian (por una mejor negociación) de marca, siempre habrá otra que ahora será la mejor.
Lo que tienen que asumir las partes es que ‘NO SE PUEDEN TODAS MADURAS’. En resumen: o se especializan y ganan credibilidad o solo serán un posteo más al que no vale la pena ni darle un ‘me gusta’.
Llegará también el momento en que las marcas busquen líderes de opinión y verdaderos influenciadores de micro nichos, como algún fornido que haga ejercicio que recomiende gimnasios o alguna muchacha talla promedio que coma pizza, que recomiende la más rica y no una modelo esquelética que no tiene idea de a qué sabe. He dicho.
El Chinamo de Canal 7 sigue agigantándose año con año. Con ún público meta más que bien definido, este año empezó con el pie derecho en varios temas: de los mayores aciertos, fue incluir a Keyla Sánchez de Qué Buena Tarde. Gran carisma y seguridad, además de belleza muy tica.
El bailarín y las bailarinas cada año mejoran más sus destrezas. Deberían pensar en Fabián para Dancing With The Stars, pues además de bailar muy bien a la par de otras figuras masculinas, como Daniel Carvajal, las opaca por guapo y simpático.
Omar Cascante se muestra más seguro en su espacio. Carlos Alvarez ha lucido impecable e indudablemente es la figura de lujo de El Chinamo.
Marilin Gamboa cada año está más guapa, vestida exquisitamente, luce muy exótica; Mauricio Hoffman siempre juvenil y alegre. Lo de él son programas como estos y Sábado Feliz, no precisamente De Boca en Boca, pero bueno, ahí va. De momento, un apoyo total a la producción, ya se sabe que el programa es tan gustado, que desde marzo o abril hay montones de personas tocando contactos o viendo a ver cómo hacen con tal de asistir al gustado Chinamo. Nos alegra mucho, pues como hemos dicho siempre, visto desde casa, con par de tamalitos y café o unas boquitas a la tica, la gente se divierte sanamente sin gastar de más y con un producto puro Tiquicia.
Por su parte, Repretel se anotó tremendo (por demás ingenioso, emotivo y hermoso hit) con su iniciativa “Camino a la Navidad”, que se inició desde el 1 de diciembre y durante tres semanas en que prácticamente todo el staff de la empresa se involucró con la recolección de juguetes, a lo que el público costarricense respondió con un entusiasmo enorme: desde el principio recibieron miles y miles de regalos.
Esto lo ligaron con dinámicas divertidas que fueron transmitidas y, en consecuencia, involucraron a sus audiencias, que respondieron gustosas. Por ejemplo, organizaron una cuadrangular de fútbol con los veteranos de los tres equipos más grandes y los periodistas del noticiero del 6. Fue un vacilón, los reporteros salieron goleados pero celebraron apoteósicamente su único gol. Paralelamente, ya esta semana se dio inicio a un recorrido por 10 pueblos de Costa Rica que fueron destruidos por el último huracán; ahí se distribuirán los juguetes, se recopilarán historias y se compartirá, para todo el país, ese convivio fraterno entre quienes entran a los hogares todos los días, y los que los reciben desde sus humildes viviendas. Como quien dice, este año en Repretel la tele se disfrazó de Papá Noel para alegría y emoción de miles. Aplauso de pie.
La llegada de los vientos alisios y los inesperados frentes fríos del mes de diciembre fueron cómicamente interrumpidos por el calor humorístico de una obra de teatro Los Bonobos que se estrenó en el Teatro Torres.
Los productores de este teatro josefino adaptaron la una pieza original del afamado dramaturgo francés Laurent Baffie (el creador de Toc Toc) y asumieron con resultado positivo el reto de abordar los temas de la discapacidad y la sexualidad con matices humorísticos, pero siempre cuidando los detalles del respeto y el uso adecuado del lenguaje, en especial porque el hilo conductor lo llevan tres actores que interpretan una persona ciega (Diego Benavides), una sorda (Marvin Dionisio Leiva ), y otra muda (Felipe Alfaro), que añoran mejorar intensamente en el arte de la conquista del sexo opuesto mediante estrategias hilarantes.
En el ‘casting’ destaca la presencia de la actriz Adriana Alvarado, quién viene realizando convincentes trabajos actorales y es recordada por su personaje de Agatha en el programa La Pensión de Canal 7. Ella es acompañada por Ericka Hidalgo, -actriz usual en el reparto invitado del Show de la Media Docena- y Carmen Arias.
Por cierto, el pasado domingo 10 de diciembre y a pesar del frío casi polar que imperaba en San José, comediante de stand up, comunicador y ahora escritor Rodrigo Villalobos, así como la chef Sophia Rodríguez asistieron a la obra en los días de estreno y al parecer la disfrutaron bastante, porque la historia les generó varias carcajadas y reacciones de aprobación durante aquella congelante noche.
La obra Los Bonobos ofrecerá funciones ininterrumpidas los jueves, viernes, sábados y domingos que quedan de diciembre y continuará en cartelera durante enero, a las 8 p. m.
Noches en el Sheraton. Con motivo de la Navidad y el Año Nuevo, el hotel Sheraton y el Grand Casino Escazú mostraron su propuesta para que la gente celebre por todo lo alto en sus instalaciones con cena, bailongo y mucho más. La presentadora y candidata a Miss Costa Rica Natalia Carvajal y su novio, el piloto André Solano asistieron al lucido evento.