San José.
En un mundo perfecto, se respetaría siempre el derecho a la privacidad de cada persona. No es ese el caso, y entonces aparece el Blackhone, un teléfono “que pone la privacidad del usuario en sus manos”, dicen quienes lo venden.
Presentado en el pasado Congreso Mundial Móvil de Barcelona, el smartphone funciona con una versión modificada de Android, al parecer más segura. Ha recibido atención mediática por la novedad de su propuesta: el cuido de la intimidad digital.
El Blackphone da prioridad así a la privacidad y seguridad del usuario, levantando una muralla entre sus datos y las compañías telefónicas, anunciantes y software malicioso, que podrían usar su información con fines de lucro u opresivos.
El aparato de $629 convierte así en negocio un problema en la industria móvil, que el año pasado evidenció el escándalo de espionaje telefónico por parte de Washington gracias a las revelaciones del informático Edward Snowden .
Ventajas. El primer nivel de protección del teléfono es su sistema operativo Private OS, desde el que el dueño puede ocultar a ojos ajenos información almacenada en él.
Se pueden agregar al uso diario aplicaciones como Silence Circle o Disconnect.me para enviar mensajes de texto, hacer llamadas o usar Internet sin dejar rastro.
Por último, hay una serie de opciones para que el propietario controle más lo que pueden o no hacer apps externas que la persona vaya instalando en el dispositivo.
El mayor riesgo de invasiones reside en instalar programas.
Al bajar una app , la tienda Google Play de Android ofrece a la persona un listado de accesos que la nueva aplicación tendrá en el teléfono y un único botón para aceptar o rechazar las condiciones de uso.
En el Blackphone, en cambio, hay control férreo de cada posible acción de cualquier programa .
Además, hay opciones para girar mandatos generales al estilo de: “ninguna aplicación tendrá acceso a donde estoy o a mis contactos”.
No obstante, al ser el primer teléfono de su clase, conviene esperar otras propuestas para cuidar el aparato de acosadores, piratas digitales o agencias del Gobierno.
Así, como guarda secretos, el Blackphone tiene los suyos y estos pesan si de comprarlo se trata.
Desventajas. El intercambio de llamadas y mensajes ocultos solo es posible entre usuarios con Blackphone o con teléfonos usando las mismas aplicaciones de Silent Circle , uno de los creadores del teléfono.
Por lo tanto, hay que pagar a Silent Circle por la suscripción.
En el Congreso en Barcelona, este diario comprobó que quien compra el aparato recibe de Silent Circle tres suscripciones adicionales para repartir entre colegas, amigos o familia un año de uso sin cobro de todos los programas de encubrimiento.
Sin embargo, una vez concluido el año gratis de suscripción, hay que pagar $10 al mes para mantener en uso los programas o bien comprar otro Blackphone.
Javier Agüera, director de la firma española Geeksphone, (fabrica el Blackphone con Silent Circle) dijo a la página CNET que procuran devolver la libertad a las personas y eso es tener privacidad.
Otros voceros como él han expresado que tienen claridad de que su producto no siempre será 100% seguro ante ataques informáticos
Por eso, Silent Circle ha manifestado que abrirán el código fuente de la mayor parte de su sistema operativo para que otros desarrolladores auditen sus técnicas y hallen vulnerabilidades y, en el proceso, se mejore el Blackphone.
El Hardware: un teléfono como otros a la venta
Fuera del combo de programas y filtros de seguridad, el hardware que compone el Blackphone se parece mucho al de otros teléfonos Android en el mercado.
Incluye una pantalla de 4,7 pulgadas en diagonal, con una resolución de 1.280 por 800 píxeles, un procesador de cuatro núcleos con velocidad de 2 gigahercios, memoria RAM de 2 Gigabytes (GB) y 16 GB de espacio para almacenamiento de datos.
Puede conectarse a redes 4G y también incluye una cámara trasera con ‘flash’ capaz de capturar fotografías de hasta ocho megapíxeles de tamaño. Igual a otros teléfonos, tiene una cámara al frente del dispositivo cuyas características aún son un secreto.
Ese detalle no aparece en la página oficial; tampoco qué tipo de batería utiliza, si es removible y el tiempo de uso estimado antes de una nueva recarga.