San José.
Diversas situaciones pueden trabar el desempeño de una red de Internet inalámbrica en la casa. En unas, la señal se degrada por culpa de quien da el servicio, en otras, hay prácticas indebidas del usuario que la afectan. Si siente Netflix muy lento, quizás estos consejos le ayuden.
Puntos altos. Si la red se localiza en una casa de dos pisos, por ejemplo, lo recomendable es situar el enrutador (router) en el segundo nivel del inmueble, explicó Roy Salazar, representante de la Cámara de Infocomunicación y Tecnología (Infocom) y presidente de la Asociación Costarricense de Cableoperadores.
Del mismo modo, en casas de una sola planta, es preferible situar el aparato en un punto alto; como por ejemplo en el cielorraso. De esta manera las ondas se propagarán con más facilidad y la conexión en general será óptima por todo el lugar, precisó.
Quienes vivan en una casa de dos plantas, sugirió Salazar, podrán confirmarlo al colocar el router de la señal de wifi en la parte superior de la casa, junto a un cuarto. El usuario verá que en las habitaciones de la parte inferior la señal será óptima, incluso hasta mejor que en habitaciones en el piso superior, señaló.
Electrodomésticos. La cercanía del enrutador a electrodomésticos también afecta la señal. Si se coloca el aparato cerca de parlantes de equipos de sonido o un horno de microondas, el usuario notará que la calidad de su señal de Internet decae. Salazar recordó que los electrodomésticos crean una barrera para las ondas de transmisión debido a que algunos incluyen componentes como imanes.
“Por ejemplo, los microondas, como su nombre lo indica, emiten ondas que crean interferencia en el router si está cerca. Otros, como los parlantes de equipos de sonido, también crean este efecto de barrera debido a que suelen incluir imanes y esto, aparte del bloqueo de la señal, también daña el router”, precisó.
Como norma general, el router debe hallarse en zonas céntricas respecto a las habitaciones. Si está en una casa de dos pisos, es deseable colocarlo al final de las escaleras que suben para que esté a la mitad de todo el inmueble y se propague mejor la señal. Otro lugar es colocarlos en el centro del techo.
Apagones. Cuando ocurre un apagón, y es necesario reiniciar la red, lo recomendable es hacerlo en orden, advirtió Salazar. Cuando vuelve la corriente, ordinariamente, primero se enciende el enrutador y a continuación este solicitará señal desde el módem.
Esto ocurrirá antes de que el propio módem recupere el enlace a Internet del proveedor. Esto causa que, como el usuario primero ve encendida la luz del router, interprete que ya tiene señal cuando, en realidad, no es así. Por lo tanto, si no se reinicia el router, se corre el riesgo, luego de un apagón, de que este y el módem queden incomunicados.
Tras un apagón deben desconectarse todos los equipos, esperar al menos 20 segundos después del retorno de la electricidad y conectarlos en este orden: primero el módem hasta que las luces de este dejen de parpadear (es cuando se confirma que recuperan la conexión) y se encienda la indicación de que este dispositivo está conectado. Luego, se enciende el router hasta que este indique hallarse en línea.
Equipos "viejos" y nuevos. Salazar, explicó que frecuentemente hay equipos modernos que comparten la conexión con otros con más años en uso, como computadoras de escritorio o portátiles en presencia de smartphones.
Aparatos con más años de uso son, generalmente, más lentos a la hora de acceder a Internet y los enrutadores están programados para ajustar la velocidad de la conexión a estos aparatos. Eso ocasiona que teléfonos inteligentes, tabletas o computadoras nuevas deban navegar en esa red a la misma velocidad que la computadora más antigua de la casa.
Para evitar esto, lo recomendable es apagar los equipos antiguos y reiniciar toda la red. Según Salazar, el usuario notará que los equipos nuevos navegarán la web con mayor velocidad.
“El router básicamente lo que hace es ajustar su velocidad para ‘hablarles’ a todos los aparatos al mismo tiempo; entonces, si uno de ellos es más lento por su antigüedad, el aparato se ajusta a él para no excluirlo, pero en el proceso se envía una señal lenta para todos”, manifestó.
Actualizar equipo. Las antenas suministradas con el router suelen estar diseñadas para ser omnidireccionales. Esto significa que emiten en todas direcciones alrededor del aparato que es el punto de emisión.
Si este aparato está cerca de una pared que da al exterior, a la mitad de las señales inalámbricas se enviarán fuera de su casa y gran parte de la energía del enrutador se desaprovechará. La mayoría de routers tienen una potencia de salida fija e inalterable; sin embargo, técnicamente es posible aprovechar toda la señal.
Si la antena es extraíble, esta puede actualizarse con una antena de alta ganancia que centra las señales inalámbricas hacia una sola dirección. Usted puede incluso apuntar la señal en la dirección hacia donde más se necesita.
Otra posible actualización del equipo puede ser un repetidor inalámbrico. Este artefacto amplía el rango de la red inalámbrica, sin necesidad de añadir ningún tipo de cableado. Quien instale estos aparatos, solo tiene que colocar el repetidor inalámbrico entre el router inalámbrico y la computadora o sitio desde donde los usuarios de esa red suelen conectarse.
Para verificar las mejoras (o detectar problemas en el servicio cuando hay sospecha de una falla, Salazar recomienda reiniciar toda la red y a continuación utilizar varias aplicaciones para medir la velocidad de Internet de la instalación. Citó SpeedTest, de la empresa Ookla, o Internet Connection Speedometer, de McAfee, como las más populares.
Cambie de canal. Los routers pueden transmitir en canales diferentes como las emisoras de radio pero, a veces, hay interferencias. Cambiar el canal de transmisión del enrutador en la página de configuración, puede robustecer la señal.
No es necesario variar la configuración en la computadora u otros equipos, pues estos detectarán automáticamente el nuevo canal. Otra estrategia es reducir la interferencia. La tecnología inalámbrica más común es 802.11g (Wireless-G) que opera en la frecuencia de 2,4 gigahercios (GHz).Teléfonos inalámbricos, hornos de microondas, monitores de bebé, puertas de garaje y otros aparatos inalámbricos también usan esa frecuencia. Estos dispositivos pueden causar que su computadora no “oiga” al router. Evite esto prefiriendo teléfonos inalámbricos y otros dispositivos que usen frecuencias de 5,8 GHz o 900 megahercios (MHz).
Otro router. Como la tecnología avanza tan veloz, Salazar sugiere cambiar el router en uso cada dos años. “Esto irá de acuerdo con la necesidad de cada persona, pero la realidad es que velocidades y tecnologías mejoran y con ellas el consumo del servicio también se incrementa”, afirmó.
Aunque el Wireless-G (802.11g) es el estándar más común de redes inalámbricas, el Wireless-N (802.11n) es al menos dos veces más rápido, tiene mejor rango y estabilidad.
Además, Wireless-N es compatible con protocolos anteriores como 802.11a, 802.11b, 802.11g, por lo que una persona aún puede utilizar cualquier equipo inalámbrico existente. No obstante, si usted usa en su red Wireless B o Wireless-G, y no está satisfecho con la velocidad y rendimiento de su red, analice sustituir sus equipos para tecnología Wireless-N. Si va a comprar equipo nuevo, inclínese por Wireless-N.
Cuide los cables. Darán la impresión de ser muy fuertes, pero los cables en una red de Internet casera pueden dañarse fácilmente al manipularlos. Es importante evitar asegurarlos a la pared con grapas o chinches de oficina pues, al ser de metal, los pequeños pinchazos con otro metal pueden crear interferencias en la red.
“Recordemos que por el aire se transmiten en otra frecuencias señales de radios de taxis, radiolocalizadores, telefonía celular y otras, esas grapas y chinches que atraviesan el cableado, lo que hacen es capturar todo ese barullo de señales en el ambiente, lo cual degrada la señal del hogar”, explicó el experto.
También recomendó a quien construya casa, disponer junto al cableado eléctrico otro separado para cables de telecomunicaciones. La cercanía de ambos tipos de cables suele crear un magnetismo que degrada la señal de Internet.
Nota del redactor: esta nota fue corregida posterior a su publicación. En su versión original indicaba que la señal wifi es afectada por la gravedad en los hogares y que por eso era necesario colocar el router en una parte alta de la casa. Una vez publicado el artículo, Roy Salazar, la fuente de la información, se retractó sobre esta afirmación.