Algunos de los cambios que se logran con Lion son increíbles.
Por ejemplo, la ventana AirDrop muestra íconos de Macs cercanas con Lion. Puede transferir un archivo con solo arrastrarlo hasta el ícono de Mac apropiado. No tiene que enredarse con permisos o configuraciones para compartir: solo un botón OK y se ejecuta la tarea.
Se rediseñaron muchas aplicaciones para que se vean mejor, o al menos que parezcan más a la iPad, o para explotar el modo pantalla completa.
Algunas, como el correo, exhiben algunos avances en el diseño realmente pensados, como carpetas de favoritos que pueden sustituir a la lista que ocupa espacio. Otras, como iCal y el directorio, ocultan elementos importantes, como la lista de categorías del calendario o grupos de direcciones, por ningún motivo. No obstante, dé crédito al iCal por saber cómo analizar sintácticamente anotaciones de citas nuevas, como “Chris comida Vier 2 pm”.
Hay más cosas buenas en la lista de éxitos: si usted arrastra una carpeta y la pone encima de otra con el mismo nombre, la Mac ofrece fusionar los contenidos. Ahora se puede cambiar el tamaño de una ventana arrastrando cualquier esquina. La vista preliminar permite agregar su firma a un documento en
Una característica de reanudar abre todos los programas y ventanas justo como estaban cuando los cerró. El programa de migración puede importar sus archivos, direcciones, calendarios, cuentas de correo y fotografías en Picasa desde una PC con Windows y colocarlos en los lugares correctos en la Mac. Normalmente, $30 sería un gran precio por esta enorme lista de finuras. Sin embargo, hay buenas razones para no apresurarse a meterse en la madriguera de Lion.