La falta de un proyecto concreto y el uso de tecnología opuesta a la ley para manejo de residuos, son las principales razones por las que el Gobierno impuso una moratoria a un plan para generar electricidad mediante la quema de basura.
La decisión oficial frena así la iniciativa de la Federación Metropolitana de Municipalidades (Femetrom) y el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) para aliviar el problema del manejo de la basura en la Gran Área Metropolitana. La conversión de basura en electricidad, como plantea Femetron, se haría con tecnología de incineración o gasificación.
Ambas usan desechos como combustible para sus procesos termoquímicos. El fin es generar suficiente calor para evaporar agua y que ese vapor impulse una turbina que producirá la energía.
El plan apuntaba a los 14 municipios que integran esa federación, donde se producen unas 1.800 toneladas diarias de basura.
Las carteras de Salud y Ambiente, Energía y Mares, sin embargo, argumentan que falta certeza técnica y científica para asegurar que esa transformación de residuos no impactará el ambiente o la salud local. En esto se basaron los ministerios para publicar la moratoria en el diario oficial La Gaceta la semana pasada. No obstante, el Gobierno cree que el proyecto encierra defectos aún mayores.
El principal es que propone la quema de basura y ello contradice el espíritu de la LeyN.° 8.839 para la gestión integral de residuos, que propone reducir la cantidad de desechos en el país y reutilizar o reciclar cuanto sea posible de ellos.
“No hay estudios realmente serios sobre la descomposición de residuos sólidos, ni hay claridad del grado de contaminación que podría generarse”, sentenció Édgar Gutiérrez, ministro de Ambiente.
Sin concreción. Si bien Femetrom cifra su plan en 20 empresas interesadas en su idea, Gutiérrez añadió que ninguna ha presentado un proyecto específico o tecnología particular susceptible de ser evaluada.
Para el jerarca, el país que se presenta al mundo como uno de los más ecológicos del planeta, no autorizará la figura del incinerador de basura para fines eléctricos sin primero modificar la Ley N.° 8.839 y crear normativa ambiental específica que regule tal actividad.
María Elena López, jerarca de Salud, tampoco está convencida. “No sabemos qué tecnología se está proponiendo y, mientras no estén claramente descritas sus características y componentes, uno no puede estar seguro de qué está aprobando”, expresó.
Juan Antonio Vargas, director de la Femetrom, acepta que el Gobierno dude, pero le parece indebido que por eso sea frenada su propuesta. “Los estudios ya están hechos. Que la tecnología contamine o no, depende del control que se aplique a ella. Para ello, existen normas sobre emisiones, y nosotros, las municipalidades, hemos pedido a Salud aplicar los controles más estrictos, y a ellos nos sometemos”, agregó Vargas.
Vargas dice que disponer los desechos se ha vuelto un problema inmanejable y hasta más contaminante que su propuesta.