Tan fácil como salir a la calle a comprarse un refresco, los panameños que quieran nutrir su imaginación ahora pueden adquirir libros en máquinas expendedoras colocadas en puestos estratégicos de la ciudad.Se trata de una idea amasada desde hace más de tres años y que aterriza en Panamá, llegada desde España, de la mano de la cadena de librerías El Hombre de la Mancha, con la perspectiva de marcar tendencia en esta nueva forma de vender textos e incentivar la lectura.Desde ya, librerías en Costa Rica y México han mostrado interés.
“Tres años tratando de concretar el proyecto, me ha costado muchísimo y al final lo logré”, afirmó entusiasmada Orit Btesh, propietaria de El Hombre de la Mancha y presidenta de la Cámara Panameña del Libro (CPL).
Se trata de una manera de vender libros que nació originalmente de la empresa española Vending Books, con la que El Hombre de la Mancha llegó a un acuerdo para importarla de manera exclusiva a Panamá.
Para Btesh, quien también es directora de la Feria Internacional del Libro de Panamá (FIL), la reacción de la gente ha sido positiva.
Tres de estas expendedoras fueron colocadas en tiendas contiguas a estaciones de gasolina y hay solicitudes para otras ocho más. Las tiendas ceden el espacio para colocar las máquinas y a cambio reciben un porcentaje de las ventas.
Cada una de las máquinas expendedoras contiene unos veinte títulos, lo que equivale a un inventario de 208 libros a precios que van desde los $3,95 hasta los $25.
La idea es que en Panamá, con una capital con un ritmo de vida ajetreado y convulso, los amantes y los no tan amantes de la lectura, tengan acceso al libro, aunque la inversión realizada con ese propósito haya sido alta, destacó Btesh.
En total, detalló la empresaria, la inversión inicial fue de unos $300.000, lo que incluyó las máquinas, que valen $10.000 cada una, y el equipo de cómputo que traen consigo, así como el entrenamiento del personal para su manejo.
Estos empleados reciben además capacitación en otros países sobre cómo alimentar de información a la máquina a través de las reseñas de los libros y títulos en venta.
A las expendedoras que ya están en operación se le están haciendo ajustes para que puedan recibir billetes en denominaciones de $10 y $20, ya que de momento solo aceptan de $1 y $5, y también adaptarlas al peso de los libros para que estos puedan caer bien.
Hasta ahora, en ninguna de las expendedoras hay obras de autores nacionales, pero se está negociando con ellos, agregó Btesh.
Reveló que, por el momento, cuando ya las máquinas llevan unas dos semanas de estar en operación, hay un promedio de ventas de unos cinco libros por puesto al día, lo que la tiene muy satisfecha pues reconoció que “no tenía una expectativa más alta”.
La empresaria aspira a que algunas de las estaciones del Metro de Panamá alberguen las máquinas en un futuro próximo.