San José
Este mes se iniciarán los primeros ensayos en el mundo para colocar a seres humanos en animación suspendida con una nueva técnica que se probará en el Hospital Presbiteriano UPMC en Pittsburgh (Pennsilvania, EE.UU.). Tema siempre asociado a los viajes espaciales, este experimento busca salvar vidas de personas severamente heridas.
Un grupo de doctores intentarán salvar las vidas de al menos 10 personas que se presenten con traumas severos poniéndolas en un estado de animación suspendida a base de enfriamiento en un intento por sanar sus heridas. Será una técnica de emergencia, refirieron los encargados de las pruebas a la revista de divulgación científica New Scientist.
"Estamos suspendiendo vida, pero no nos gusta llamarlo animación suspendida porque suena a ciencia ficción", afirma Samuel Tisherman , cirujano en el hospital y responsable de la prueba. "Lo llamamos preservación de emergencia y reanimación"; refiere el especialista citado por New Scientist.
La técnica, continúa el texto, implica la sustitución de toda la sangre del paciente con una solución salina fría. Este líquido enfría rápidamente el cuerpo y detiene casi toda su actividad celular.
"Si un paciente llega dos horas luego de muerto no es posible revivirlo pero, si llega moribundo y se suspenden sus funciones en ese estado, hay oportunidad de revivir a esa persona una vez que sus problemas estructurales se hayan resuelto" afirma por su parte Peter Rhee, cirujano en la Universidad de Arizona en Tucson quien ayudó a desarrollar la técnica.
El procedimiento se demostró por primera vez en cerdos en el año 2000 por Rhee y un grupo de colegas.
Los animales fueron sedados y luego se les indujo hemorragias masivas mediante el corte de sus arterias con escalpelos. La idea era imitar el efecto de múltiples heridas de bala. La sangre de los animales se drenó y continuación se sustituyó por una solución salina fría de potasio que velozmente les enfrió el cuerpo hasta una temperatura de alrededor de 10 ° C.
Luego de esto, se trataron las heridas de los animales y a continuación se calentaron sus cuerpos gradualmente conforme se reemplazaba con sangre la solución salina aplicada.
Otros animales de un grupo control a los cuales se indujeron hemorragias, pero cuya temperatura corporal se mantuvo igual, murieron. En cambio, los cerdos resucitados a una velocidad media demostraron una tasa de supervivencia del 90% y con sus propios corazones reiniciando los latidos. Solo en varios casos algunos requirieron un choque eléctrico para reaccionar. Los cerdos tratados con éxito tampoco presentaron daños físicos o cognitivos posteriores.
La técnica, señala el artículo, sólo se utilizará como medida de emergencia en pacientes que han sufrido paro cardíaco tras una lesión traumática severa; casos donde la cavidad torácica quedó abierta y la persona ya ha perdido al menos la mitad de su sangre para cuando llega a tratamiento. Este tipo de lesiones, refiere New Scientist, sólo ven una tasa de supervivencia de 7%.
La tasa de supervivencia de eventuales pacientes que lleguen heridos y sean sometidos a la prueba luego se medirá contra un grupo de control que no haya recibido el tratamiento antes de que comience la prueba a final de este mes.
Los beneficios de la refrigeración, o la hipotermia inducida como también se le conoce, son conocidos hace décadas.
A su temperatura normal -alrededor de 37 grados centígrados- las células del cuerpo necesitan un suministro de oxígeno regular para producir energía. Cuando el corazón deja de latir, la sangre ya no lleva el oxígeno a las células. Sin oxígeno, el cerebro sólo sobrevive unos cinco minutos antes de un daño irreversible.
Sin embargo, a temperaturas más bajas, las células humanas necesitan menos oxígeno pues todas las reacciones químicas se vuelven más lentas. Esto explica por qué personas que caen a lagos donde el agua está helada a veces pueden ser revividas media hora luego desde su última respiración.
Incluso antes de una cirugía de corazón o cerebro, los médicos a veces disminuyen la temperatura corporal del paciente con bolsas de hielo o haciendo circular la sangre a través de un sistema de refrigeración externo. Esto puede otorgarle a los médicos hasta 45 minutos de tiempo en los cuales se detiene el flujo de sangre para realizar la cirugía.
No obstante, el proceso de enfriamiento necesita tiempo y sólo se puede hacer con planificación y preparación cuidadosa.