San Francisco
Nada causa tanta concentración mental en una empresa incipiente de tecnología como vivir en medio de una guerra de precios entre Amazon y Google. Solo pregúntele a los ejecutivos de compañías como Box, Dropbox y Hightail. Estas fueron pioneras en un nuevo tipo de servicio de Internet que permite a las personas y las empresas almacenar todo tipo de archivos electrónicos en un casillero en línea fácil de usar.
Pero como sucede a menudo, a compañías mucho más grandes les gustó tanto la idea que decidieron hacer lo mismo; a un precio mucho menor. “Estos tipos llevaron los precios a cero”, dijo Aaron Levie, co-fundador y director ejecutivo de Box. “Uno no quiere esperar a que Google o Amazon le recorten los precios. 'Gratis’ no es un modelo de negocios”.
Entonces ¿cómo se evita lo gratuito? Box está tratando de atender a necesidades especiales de almacenamiento de datos, como versiones digitales de rayos X para compañías de atención médica y otras tareas específicas para diferentes tipos de clientes. Hightail está tratando de hacer algo similar para clientes como despachos de abogados. ¿Y Dropbox? Está tratando de asegurarse de que su servicio dirigido al consumidor siga siendo más fácil de usar que lo que ofrecen las grandes empresas.
“Es muy difícil simplemente estar en la industria del almacenamiento”, dijo Brad Garlinghouse, director ejecutivo de Hightail. “No pensamos que sea ya lo que estamos vendiendo”. En la industria de la tecnología, llaman a este tipo de reinvención del modelo de negocios central un “giro”. Otra forma de describirlo es una lucha por sobrevivir.
En la lucha
Box, fundada en 2005, ha atraído 512 millones de dólares en inversión, y en marzo presentó los documentos para una oferta pública inicial de acciones. En julio, la compañía dijo que tenía a 39.000 empresas que pagaban entre 15 y 35 dólares mensuales por usuario. Es difícil saber cuántas personas representa eso, ya que algunas empresas tienen solo a un par de personas, y otras incluyen a General Electric y Eli Lilly.
Dropbox tiene 300 millones de usuarios en el mundo y actualmente opera dentro de Amazon Web Services, como lo hacen partes de Box. Muchos clientes de Dropbox no pagan nada y reciben dos gigabytes de capacidad de almacenamiento al mes, el equivalente de mil libros o siete minutos de televisión de alta definición. Una versión de 10 dólares mensuales ofrece 100 gigabytes.
Hightail, que antes se llamaba YouSendIt, dice que tiene más de medio millón de clientes empresariales que pagan 25 dólares mensuales o más, dependiendo de las funciones elegidas. “Hay un lugar para todos ellos”, dijo Amita Potnis, analista en IDC. “El foco de atención de Amazon es realmente la propia computación. Las más pequeñas tienen que enfocarse en las formas en que las empresas realmente la usan”. Por ejemplo, dijo, los servicios pueden ayudar a las compañías a colaborar entre sí en línea en vez de enviar correos electrónicos en una y otra dirección con documentos adjuntos.
Aunque los dispositivos y aplicaciones reciben la mayor parte de la atención, el almacenamiento de datos es igual de importante, particularmente conforme los objetos como los teléfonos, las tabletas, los autos y los termostatos se vuelven apéndices del Internet. Aprovecha tendencias como la colaboración y el análisis de big data, y todos esos datos se vuelven más dinámicos que algo en un archivero. Son fluidos y están siendo registrados y recuperados desde muchos puntos.
Llegaron los gigantes
Gestionar todos esos datos debería ser un buen negocio. El problema para todos es el precio. Amazon y Google han diezmado durante años a la competencia en sus respectivos campos de publicidad y ventas minoristas en Internet.
Conforme las dos compañías actúan para dominar la computación de nube, incluido el almacenamiento en línea, están volviendo eso inexorablemente una contra la otra. En marzo, Google celebró la unificación de varios servicios de computación de nube con reducciones de precios de 68 por ciento para la mayoría de los clientes, a 2,6 centavos de dólar por gigabyte al mes, alrededor de una cuarta parte del precio del servicio al consumidor premium de Dropbox. Amazon’s Web Services, que había reducido los precios al menos cuatro veces desde 2008, respondió con sus propias reducciones, incluyendo un recorte a 2,75 centavos de dólar por gigabyte para grandes cantidades de almacenamiento, y solo un centavo al mes para los datos usados menos frecuentemente. Ha hecho recortes de precios adicionales en otros tipos de almacenamiento desde entonces.
Muchos esperan que Microsoft, que opera su propio gran negocio de nube, llamado Azure, siga con recortes similares. Incluso según los estándares de la computación, donde los servicios parecen casi invariablemente volverse más baratos y más rápidos, los precios del almacenamiento han tenido una caída excepcional. El primer dispositivo de almacenamiento de gigabytes en 1980 costaba típicamente 120.000 dólares y pesaba 249 kilos. El potencial de almacenamiento basado en la nube de Amazon podría costar 12 centavos de dólar al año.
Ninguna de las compañías de almacenamiento en línea más pequeñas duda de que Amazon y Google puedan hacer movimientos de precios al parecer imposibles. Ambas compañías también tienen una escala que significa que incluso la utilidad más pequeña pueda ser enorme. AWS se jacta de que casi todo Netflix, y el propio Amazon, están dentro de su nube, junto con cientos de otras compañías importantes.
El servicio de almacenamiento iCloud de Apple y otras partes de Apple, junto con operaciones en varios grandes bancos, operan dentro de AWS, dicen personas familiarizadas con el servicio que hablaron a condición del anonimato para poder sostener relaciones con la poderosa compañía de nube.
Amazon no hizo comentarios sobre acuerdos de clientes confidenciales.
Un vocero de Apple señaló que Apple tenía sus propios centros de datos en cuatro ubicaciones en Estados Unidos y dijo que “la enorme mayoría” de los datos en servicios como iTunes, mapas y App Store operaban en sus propias computadoras. Apple usa otras instalaciones también, dijo.
Google no tiene nada como la lista de clientes de Amazon, pero su red de computación es probablemente la red corporativa más grande en el mundo. Incluye sistemas de computación y energía hechos a la medida y varios miles de ingenieros que los mantienen funcionando Según una persona con conocimiento del sistema, Google gasta unos 2.000 millones de dólares al trimestre en su infraestructura de computación. Google no hizo comentarios sobre sus costos.
En un correo electrónico, Tom Kershaw, un gerente de producto para el servicio de nube de Google, predijo más reducciones de costo. “Conforme más clientes almacenen más información, por más tiempo, podremos tener ganancias en eficiencia y trasladar esos ahorros al consumidor”.
¿Qué hacer en el futuro?
Tanto Box como Hightail ahora dicen que suponen que ofrecerán a los clientes almacenamiento ilimitado gratuito y llevarán sus costos a los precios que cobran por otros servicios. “En este momento, es mejor simplemente decir 'ilimitado’”, dijo Levie. “Lo que hay que hacer es tomar en cuenta por qué alguien está almacenando algo en línea y cuáles son sus necesidades”.
Box ha contratado a personas con especialidades en atención médica, medios y entretenimiento, hospedaje y ventas minoristas.
Dropbox aún tiene supuestos límites sobre el almacenamiento en sus ofertas empresariales, pero empiezan en un terabyte, o mil gigabytes, y los clientes pueden mejorar a partir de ahí aparentemente sin una tarifa.
Este enfoque de nicho pudiera funcionar, siempre que las grandes compañías no vayan tras estos mercados de almacenamiento específicos para cada industria o creen ofertas de servicio más amigables con el consumidor. Levi dijo que pensaba que eso era improbable. “Nadie va a crear Google Health Care”, dijo. Kershaw de Google difirió.“Las soluciones específicas para cada industria son la ola del futuro y una parte clave de lo que Google está creando para nuestros clientes”, dijo.